Los problemas con el transporte en autobús de los alumnos del IES de Llanera, en Posada, se ha solucionado a tiempo. La dirección -que dimitió en bloque por tal motivo- estuvo gestionando con Alsa y el consorcio que les cambiaran los horarios que se les habían comunicado inicialmente y que, a su juicio, "hacían imposible una entrada y salida segura, a la vez que obligaban a sacrificar parte de las horas lectivas o reducir el tiempo de recreo". En principio, la indicación que habían recibido es que los autobuses comenzarían a pasar, a partir de ayer, a las 13.15 horas. Finalmente, han conseguido ganar los 15 minutos que necesitaban para poder mantener una salida escalonada y no tener que eliminar parte de las horas lectivas o del recreo. En todo caso, el "hartazgo" en la directiva sigue existiendo, al entender que han tenido que asumir competencias que no les tocaban en esta vuelta a las aulas en plena pandemia. La plantilla o el equipo de limpieza han sido otros puntos de fricción entre el centro y el gobierno regional. Por el momento todo parece estar funcionando, pero "la carga de trabajo ha sido enorme", comentaba tras presentar su renuncia (pendiente de que la Consejería la admita) el director, Carlos Suárez.