La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) actuará en las vegas del Nalón para aminorar el efecto de las riadas en las plantaciones de kiwi en Pravia. A finales de año se encargará un estudio sobre el funcionamiento erosivo y sedimentario del cauce que permita establecer, con criterios científicos, las actuaciones a ejecutar sin alterar los ecosistemas fluviales. El proyecto tendrá un coste de 1.124.000 euros y se centrará en el tramo bajo del río, desde Trubia hasta la zona del Roxico, en el límite entre el municipio praviano y Soto del Barco.

Así lo anunció ayer el presidente de la Confederación, Manuel Gutiérrez, durante la reunión que matuvo en el Ayuntamiento de Pravia con representantes municipales, de la consejería de Desarrollo Rural y kiwicultores afectados, quienes reivindican desde hace años una actuación en el río que permita proteger el impacto de las inundaciones en las producciones.

El trabajo de estudio e investigación durará seis meses y prevé también una monotorización y seguimiento, a lo largo de 18 meses, de los materiales sólidos que transporta el cauce. Las conclusiones servirán además de guía para orientar los proyectos que quieren desarrollar los productores para proteger sus plantaciones, "lo que facilitará su análisis y autorización posterior", detalló Gutiérrez.

Anunció, además, que en los próximos días comenzará la reconstrucción de un tramo de 600 metros de ribera a la altura de Forcinas, donde se encuentra una importante plantación de kiwi. Se hará mediante técnicas de bioingenería, empleando el sedimento natural acumulado en el río para consolidar los terrenos erosionados por las avenidas. Una intervención para la que se trasladarán las poblaciones de almeja de río y lamprea a otra zona mientras duren los trabajos.