Las quejas de los padres de los alumnos del instituto Astures de Lugones por la fórmula semipresencial de enseñanza han encontrado respuesta en el gobierno local de Siero, que ofrece sus edificios para que puedan dar clases presenciales. Sin embargo, la decisión depende de la Consejería de Educación, que se limita a recordar que el centro educativo es el espacio de referencia para el alumnado, el más seguro y el que más facilita la coordinación entre profesores y alumnos.

La fórmula no convence a padres ni estudiantes -hay 200 afectados de 3º y 4º de ESO y 1º de Bachillerato-, que afirman que así les es imposible "seguir la materia con normalidad". El problema radica en que no tienen clases telemáticas, sino que se les mandan "algunos ejercicios para hacer en casa, a través de una plataforma" y, posteriormente, tienen que resolver sus dudas en las "dos o tres clases presenciales semanales" que tienen programadas. La dirección del centro ya alertó en el mes de julio del problema de espacio si se quería guardar la distancia recomendada en las medidas de seguridad contra la pandemia. Entonces, tanto el director como los padres pidieron que se les permitiera utilizar el nuevo centro polivalente integrado, situado en la acera de enfrente del instituto, para dar algunas clases.

En aquel momento, como recuerda el alcalde, Ángel García, el gobierno municipal -del PSOE, como el regional- ya dio el visto bueno a que se pudieran adaptar las instalaciones de su competencia que no están teniendo uso. Educación no lo consideró oportuno y, finalmente, se acabó optando por el modelo semipresencial. Ahora, el gobierno de Siero vuelve a aceptar la petición de los padres y del PP para que se puedan impartir las clases en edificios municipales de Lugones, como la casa de cultura o el mismo centro polivalente.

Sin embargo, la Consejería de Educación no se ha pronunciado sobre esta posibilidad. El Gobierno regional recalca los motivos por los que se decantó por el modelo semipresencial. El principal es que consideran que el centro educativo es el espacio de referencia para el alumnado, "donde mejor se pueden adoptar las medidas de seguridad".

Además, se entiende que este espacio propio facilita la coordinación entre profesores y alumnos, y que la experiencia del confinamiento ha servido para avanzar en la digitalización y en el uso de las herramientas tecnológicas. La idea es que se puedan dar clases en "streaming" -algo que no está ocurriendo en el IES Astures- y para ello se han adquirido equipos informáticos destinados a que los centros puedan impartir una enseñanza telemática de calidad.