Aunque la revisión del Plan General de Ordenación de Siero es conservadora en lo que se refiere a que las localidades se expandan, no se descarta, ni mucho menos, el crecimiento en número de viviendas. Orientándolo, eso sí, hacia el propósito de compactar los núcleos existentes o de ir uniendo cada localidad con la contigua, como en el caso de la Pola y El Berrón, separados por apenas tres kilómetros. La construcción es a día de hoy uno de los motores del concejo y la solicitud de licencias de edificación aumenta año tras año, llegando a concederse 146 en el pasado mes de septiembre. Unas cifras que no se daban prácticamente desde antes de la crisis económica de 2008 y que apuntan a que el sector no se está resintiendo con la pandemia. Los puntos donde se centra este desarrollo urbanístico son Lugones, La Fresneda y El Berrón, aunque también han aumentado las peticiones de particulares para poner sus chalés en zona no urbana.

Incrementar la población es una de las grandes ambiciones del gobierno socialista, que está gestionando de cara a "superar a Avilés como tercer concejo de Asturias". Para ello hay otro factor esencial, que también contempla en cierta medida el PGO: el desarrollo de las áreas industriales y comerciales. Con la urbanización de la primera fase del polígono de Bobes se ha dado un paso adelante -aunque falta la comercialización y hacer la segunda fase- y la revisión del plan serviría también para potenciar otras zonas de suelo industrial. El ejemplo a seguir es lo sucedido con Amazon, que optó por poner su nave en el concejo, frente a las posibilidades de Oviedo, Gijón o Avilés, y ya está pensando en crecer en ese mismo espacio de Meres.