La Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) aseguró ayer que el alcalde de Siero, Ángel García, no está obligado a dejar su cargo pese a que esté llamado a juicio el próximo mes de diciembre por un supuesto delito leve de lesiones a un vecino del mismo edificio en el que reside en Lugones.

"La normativa interna del PSOE recoge los supuestos en que un cargo público debe presentar su renuncia si se le abre juicio, y en este caso concreto no se da ninguno de estos supuestos", señalaron ayer fuentes de la FSA, que no hicieron mayores consideraciones al respecto. El Alcalde tampoco quiso hacer declaración alguna sobre este asunto.

El Sindicato Independiente de Policía Local de Asturias (Sipla) reclamó ayer la dimisión del regidor tras conocer, afirma, que "fue notificado, hace unos días, por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Siero, de la apertura de juicio oral contra su persona, a celebrar en el mes de diciembre, por un presunto delito leve de lesiones contra un vecino de Siero". Según fuentes del sindicato, el regidor deberá comparecer el próximo 10 de diciembre.

Los presuntos hechos se remontan al pasado 27 de abril, en pleno confinamiento por el estado de alarma, cuando García lijó la barandilla de su terraza en un edificio de Lugones, lo que, según el denunciante, habría generado polvo y suciedad en su balcón. Una situación que, presuntamente, habría desembocado en una discusión verbal y en los hechos que habrían dado lugar a la denuncia. El denunciante alega que García le cogió del cuello.

Según la versión que el Alcalde relató en abril a LA NUEVA ESPAÑA, se dirigió a su vecino para explicarle que estaba lijando la barandilla para pintarla y se disculpó por si le había causado molestias, ofreciéndose a limpiar la suciedad que hubiera generado. "Empezó a gritar de malos modos, le advertí de que hasta ahora no le había denunciado por amenazas, pero que ahora iba a hacerlo y me fui", señaló.

Por su parte, el denunciante aporta una versión distinta: dice que el regidor le dijo que "lo que tenía que hacer era cerrar la boca y que me iba a matar, agarrándome a continuación del cuello, contra la pared". Además, alegó que es una persona de riesgo ante el coronavirus y que durante la presunta agresión el Alcalde no tenía puesta la mascarilla.

El regidor, al trascender los hechos el pasado abril , también relató que el vecino denunciante llevaba tiempo insultándole y amenazándole con frases como "un tiro de gracia" o "hay que acabar con estos rojos". Una situación por la que lleva tiempo intentando vender el piso en el que vive en Lugones, así como evitando el encuentro con el denunciante.