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El Bajo Nalón prevé una cosecha de kiwi de 12.000 toneladas y excelente calidad

Los productores, que ayer iniciaron la recogida, atribuyen al buen tiempo y a la ausencia de riadas que este año haya “buen fruto, de gran calibre”

Recolectores, ayer, en la plantación de Ángel Cuesta, en Repolles (Pravia). | S. Arias

Comienza la cosecha de kiwi en el Bajo Nalón –donde se localiza el 60 por ciento de las plantaciones en Asturias– con muy buenas perspectivas en cuanto a cantidad y a calidad. En las fincas, ubicadas en Pravia y Soto del Barco, esperan recolectar, aproximadamente, unas 12.000 toneladas del fruto, según las estimaciones del grupo de desarrollo rural de la comarca. Gracias al buen tiempo y, en parte, por no haber sufrido las consecuencias de ninguna riada en el último año, a pie de plantación se observa el excelente tamaño de los frutos, lo que favorecerá su entrada en los canales mercantiles por su alto valor para los consumidores. Es uno de los sectores que mejor capea la crisis generada por el covid-19.

“Va a ser una campaña muy buena porque el fruto viene con muchísima calidad y tendremos un poquitín más de producción que el año pasado”, explica Ángel Cuesta, con plantaciones en Repolles y Peñaullán (Pravia). En 2019, perdió mucha fruta que quedó dañada debido a varias avenidas consecutivas en pleno mes de noviembre, cuando se realiza la recogida, y que mermaron la producción total.

Pero el aumento se debe, también, a que las hectáreas han mejorado su capacidad productiva, explica Juan Lázaro, gerente del grupo de desarrollo rural: “El buen manejo que hacen los productores, sumado a las inversiones que hacen para mejorar las plantaciones, han conseguido que haya un incremento notable del rendimiento por hectárea en los últimos 10 años, pasando de 20 toneladas por hectárea a una media de 30 e incluso 40 en algunos casos”.

Sobre estas líneas, un trabajador vacía el saco de kiwis en las cajas del tractor que serán enviadas a las cámaras frigoríficas. A la derecha, dos frutos en rama. | S. Arias

Ampliar superficie

Además, según subraya, el suelo destinado al kiwi aumentará el próximo año en el Bajo Nalón e, incluso, se plantarán otras variedades. “Hay un volumen importante de las ayudas de los fondos europeos Leader que son para ampliar la superficie y no tanto para la modernización y también se baraja la posibilidad de que se planten kiwis distintos al verde”.

Con una buena cosecha y frutos de calidad, los productores de la comarca inician con optimismo la recolección que, en algunos casos, llega adelantada. En la finca de Repolles de Cuesta, una de las primeras en cultivar kiwis en Asturias, comenzaron ayer la cosecha las cuadrillas, a muy buen ritmo de trabajo. “Llega como unas dos semanas adelantadas a lo habiutal porque históricamente siempre empezamos a mediados de noviembre, pero este año se adelantó la floración y todo va ligado”, detalla.

El calor y sol del pasado verano favorecieron el crecimiento de los kiwis y, el último mes, con pocas lluvias y frío por las noches, logró dar el empujón final a los frutos. “La clave es que no llueva y por las noches haga frío, es como cogen la carga de azúcar”, indica Cuesta. Así, prevé recoger alrededor de 600 toneladas de kiwis en las 30 hectáreas que tiene. “Y ahora vamos a ampliar otras 5 hectáreas en Peñaullán”, avanza.

El Bajo Nalón prevé una cosecha de kiwi de 12.000 toneladas y excelente calidad

A lo largo del mes de noviembre, el resto de los kiwicultores se irán sumando a las tareas de la cosecha como es el caso de Nacho Suárez, con una producción en la vega de Santianes de Pravia. Aún tendrán que esperar. En su caso, a las plantas aún les faltan más o menos dos semanas para estar en el punto óptimo de maduración. “Calculamos que nos pondremos sobre el día 15 y esperamos recoger unas 370 toneladas en las 17 hectáreas que tenemos en producción”, comenta. Una temporada en la que esperan menos cantidad que el año pasado pero con kiwis de mayor calibre. “Creemos que tendremos algo menos pero el tiempo vino muy bueno y los frutos tienen una calidad extraordinaria”, sostiene Suárez.

Ahora, tiene dos semanas por delante hasta que la fruta alcance los niveles de azúcar adecuados para ser recogida. El parte meteorológico augura lluvias en los próximos días y es, precisamente, lo que no quieren los kiwicultores. “Lo ideal serían jornadas de sol y noches frías”, señalan.

Los productores del Bajo Nalón celebran la buena cosecha de 2020. Un año en el que también destaca el anuncio de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) sobre el encargo de un estudio para conocer el funcionamiento erosivo y sedimentario del cauce que permita establecer, con criterios científicos, las actuaciones a ejecutar para proteger la vega sin alterar los ecosistemas fluviales.

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