Los concejos del Bajo Nalón (Pravia, Candamo y Muros) ganan población por primera vez en más de un lustro. En todos los casos, los ayuntamientos atribuyen el incremento en los censos municipales a que, a raíz del confinamiento de la pasada primavera, se está notando un cambio en las preferencias de la gente a la hora buscar casa. Así, crece el interés por vivir en la zona rural, en unifamiliares con espacios al aire libre: hay quien directamente traslada su residencia al campo y quien hace que la que era la segunda se convierta en la primera. La progresiva implantación del teletrabajo también está favoreciendo que muchas personas opten por dejar la ciudad en favor de los pueblos.
Los incrementos poblacionales pueden no ser significativos en número, pero sí son considerados relevantes por los ayuntamientos, pues ponen fin a varios años de descenso continuado de la población local. En el caso de Pravia, cabecera de comarca, han ganado 17 habitantes en lo que va de año: pasando de 7.790 al cierre de 2019 a 8.007 en octubre pasado.
“Puede ser poco, pero frena la pérdida de población en la que llevamos años metidos. Esto se va a notar también cuando el consorcio Cogersa nos dé los datos de recogida de basura en la zona rural, pues hay un incremento en las toneladas de residuos. Y también en los consumos de agua, que han subido”, dice el alcalde, David Álvarez. Pravia pierde población desde el año 2000, si bien sufrió dos ligeros repuntes en los años 2008 y 2012, cuando el concejo aún superaba los 9.000 habitantes.
El regidor se refiere también al tipo de obras para las que se solicitan licencias en el área de Urbanismo del Consistorio. “Observamos que ahora se piden más para obras de rehabilitación para entrar a vivir, como cambiar el tejado. El año pasado eran peticiones para pintar una habitación, por ejemplo”.
Venta de inmuebles
Hay, además, localidades como Somao o Loro que se sitúan a la cabeza en recibir nuevos vecinos. “Y se están vendiendo muchas casas por toda la zona rural”, añade el alcalde de Pravia.
También Candamo gana habitantes por primera vez desde 2019. Así, de los 1.960 habitantes de 2019 ha llegado a los 1.984 el pasado octubre. Un incremento que comenzó ya antes de la pandemia, explica la alcaldesa, Natalia González, con la llegada de familias jóvenes que construyen nueva vivienda en el concejo, sobre todo, en la zona de Cuero, “quizá por cercanía con la autovía Oviedo-La Espina”, detalla. Un crecimiento que se ratificó el último verano con la llegada de más vecinos que son, en su mayor parte, propietarios de segundas residencias, que trabajan en la zona central de Asturias y ahora deciden empadronarse en el concejo. Incluso en la última semana han dado varias altas.
La posibilidad del teletrabajo también ayuda y atrae más gente a la zona rural. En ese sentido, González destaca que, a finales de 2021, se espera poder cubrir el concejo con fibra óptica de conexión a internet mediante un plan estatal. “Y lo que queda por hacer es reparar la carretera autonómica Grado-Avilés y mejorar la de Pravia porque no son vías del siglo XXI”, sostiene.
Por último, en Muros también han visto crecer “un pelín” el padrón, aunque en este caso, es la primera subida en dos décadas. Pasan de 1.893 habitantes en 2019 a los 1.908 del pasado octubre. “Hay mucha gente que se instala por el teletrabajo y la mayoría son dueños de segundas residencias que con los confinamientos se están empadronando aquí y esperamos que no se marchen”, comenta. En el concejo se está moviendo también la construcción: ya han dado más licencias este año, con 17, que el total del 2019, con 15.
