Las condiciones de deterioro y de inseguridad para el paso de un puente en la parroquia de Granda tienen más que indignados a los vecinos. Urgen su reparación, ya que es el único punto por el que pueden llegar desde sus viviendas a las fincas donde tienen animales y huertos. “Algunos nos atrevemos a pasar apartando la valla que pusieron, pero es un riesgo, cualquier día caerá”, lamenta Julio Pedregal, uno de los afectados.
Según explican los vecinos, los problemas comenzaron hace algo más de dos años. “Estuvieron aquí haciendo unos trabajos y el peso de una máquina que se posó sobre el puente hizo que venciera el pilar del centro y desplazó parte superior, la de paso”, abunda Pedregal.
Al poco tiempo, “responsables del ayuntamiento de Siero vinieron a verlo y dijeron que por aquí no se podía pasar, que había que arreglarlo”. Sin embargo, pasado el tiempo, la reconstrucción del puente que salva el río Nora no acaba de llegar.
El principal problema es que los vecinos no pueden transitar entre sus viviendas y sus fincas con vehículos en los que llevar el material necesario para las labores que en ellas realizan. Acaban optando por pasar “con mucha precaución”, a pie. Porque la otra opción es abandonar los terrenos. “Yo dejé de ir y tengo los praos sin arreglar. No puedo estar así”, comentaba ayer otra de las vecinas afectada.
El inconveniente es mayor con los temporales. El Nora desborda, cubre el puente y todas las parcelas cercanas, haciendo imposible acceder. Una de las causas de que el agua salga de su cauce es “la falta de limpieza del río”, cuyo adecentamiento también reclaman los vecinos. “Ahí nos encontramos con el tema de las competencias. La Confederación Hidrográfica y el Ayuntamiento se pasan la pelota”, dicen.
