Javier Ardura, de Izquierda Unida, explica que, “en el salón de Plenos, estaba Ana González, la secretaria municipal y el interventor, y en otras dependencias, el resto del grupo de gobierno. A nosotros se nos aconseja hacerlo telemáticamente y ellos están en el Ayuntamiento, sin tener en cuenta las condiciones que tenemos en nuestras casas de cobertura y ancho de banda”. Y es que precisamente los ediles del gobierno local eran los únicos que podrían incumplir el toque de queda, ya que el personal municipal tenía justificación por estar trabajando.
Las críticas a las formas de la Alcaldesa en funciones, en el Pleno del jueves, legan desde otras formaciones, como el PSOE. Su portavoz, Unai Díaz, critica que el punto de ruegos y preguntas estuviese “marcado desde el principio por la prisa de la Alcaldesa en funciones por terminar la sesión plenaria antes de las diez de la noche por decisión propia y sin consulta a la Delegación de Gobierno, ni autoridades competentes. Esto, tras haber eliminado la sesión plenaria de carácter ordinario del mes anterior y haber interrumpido de manera continua la intervención de los portavoces”.
El Pleno, celebrado telemáticamente a través de la plataforma Zoom, tampoco pudo ser seguido por vecinos, ya que excepto los concejales y los funcionarios implicados, nadie tuvo acceso a las claves para poder escuchar el debate entre los partidos municipales en Noreña. Un cartel a la entrada del Ayuntamiento remite a los interesados a consultar la sede electrónica, aunque en diferido. “No es cierto que la ciudadanía puede seguir por sede electrónica el Pleno, porque lo suben cuando quieren o nunca, como el de septiembre. Pero sería posible retransmitirlo en directo con la tecnología actual sin gastar nada o con muy poco dinero”, añade Ardura.