El Ayuntamiento de Siero ha decidido, por primera vez este año, que los alumnos de centros educativos del municipio que cuentan con becas de comedor puedan recibir los menús en casa durante las vacaciones. Setenta y cinco jóvenes del concejo que cuentan con estas ayudas municipales, verán como la comida llega a sus domicilios, acompañada de una guía didáctica con juegos para aprender sobre hábitos alimenticios. Así lo anunció, en la jornada de ayer, la concejala Natividad Lario, que destacó el hecho de que se trate de una iniciativa completamente novedosa a nivel local.
Este servicio se hará con cargo al programa de Protección a la Familia y Atención a la pobreza infantil del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Gracias a esta iniciativa. El Ayuntamiento de Siero ha recibido 69.300 euros, de los cuales 15.543,99 euros irán destinados a este servicio de comida a domicilio. El programa subvenciona proyectos en periodos no lectivos que garanticen la cobertura de una alimentación equilibrada, saludable y adecuada a las necesidades nutricionales para la población infantil.
En el caso del concejo de Siero, la comida llegará a las casas de 75 estudiantes, repartidos en distintos puntos del municipio. Todos ellos gozan de una beca de comedor durante el curso y, ahora, no echarán en falta este servicio durante las vacaciones. El resto de alumnos que tenían reconocida la ayuda para el almuerzo en la escuela, 43, han renunciado a recibirlo en sus domicilios.
Además del catering, según explicó ayer la concejala, también se les entregará una agenda infantil que incluye una serie de juegos educativos. Con ellos se pretende transmitir conocimientos sobre alimentación saludable a la población joven.
La pandemia ha tenido una influencia notable sobre el comedor escolar. El Ayuntamiento tuvo que asumir un sobrecoste de 170.314 euros para poder mantenerlo en condiciones de seguridad, duplicando el personal de manera que se pudieran hacer diversos turnos y no romper los grupos burbuja conformados en los distintos niveles educativos.
Con el incremento del número de monitores, el coste subió en casi dos euros por alumno. Esta parte tuvo que ser asumida por la administración local que, ahora, recibe una ayuda estatal que le permitirá ofrecer la comida en las casas de los beneficiarios de becas durante la navidad.
