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La propiedad del palacio de Celles recurre la declaración de ruina económica del edificio

Los dueños rechazan el informe de Patrimonio que reclama la rehabilitación y afirma que el estado del inmueble es previo a la fecha en que lo adquirieron

Estado actual del palacio de Celles, en Lavandera, Siero. | A. I.

La propiedad del palacio de Celles (Siero) no está de acuerdo con la declaración de ruina económica sobre el inmueble y ha presentado un recurso administrativo contra la resolución de Patrimonio, a partir de un informe encargado por el Ayuntamiento sierense.

Los dueños entienden que ya adquirieron el edificio en sus actuales circunstancias: con una situación de ruina que no es sólo económica, sino también arquitectónica, y que esto era así de forma previa a que el monumento pasara a las manos en las que se encuentra actualmente.

La declaración de ruina económica deriva de un informe encargado por el Ayuntamiento de Siero a un estudio de arquitectos particular. En él se revelaba que, si bien la situación de la edificación era ruinosa, cabía una posible rehabilitación. Basándose en este informe, la dirección general de Patrimonio del Principado volvió a dar un plazo a la propiedad para que presentara un proyecto de reparación.

La postura de la propiedad del palacio es totalmente contraria a la que dan por buena las administraciones. Entiende que cuando el edificio llegó a sus manos ya se encontraba en un estado irreversible. Por eso continúa recurriendo sentencias judiciales y resoluciones autonómicas.

El palacio de la Torre de Celles es un Bien de Interés Cultural y, como tal, tiene unas exigencias de conservación que se han de cumplir obligatoriamente. A pesar de ello, en los últimos años su deterioro ha ido a más de una forma que ha hecho incluso temer por la integridad del edificio.

El derrumbe de parte de la cubierta y las filtraciones de humedad en la fachada principal, uno de los grandes valores del edificio, el mayor valor del edificio, habían provocado la aparición de grietas.

La asociación San Juan Bautista de Celles lleva trece años intentando que se tomen medidas que eviten la irreversibilidad del daño.

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