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Los feligreses de la Pola recaudarán fondos para hacer este año la obra de la iglesia de San Pedro

La parroquia se reunirá en unos días para abordar cómo lograr financiación para la reforma, urgente tras los desprendimientos del pasado diciembre

El párroco, Fermín Riaño, delante de la iglesia, acordonada, el pasado diciembre. | A. I.

La reforma de la iglesia parroquial de San Pedro, en Pola de Siero, es urgente y se ejecutará este mismo año. El informe realizado por el arquitecto del Arzobispado, tras los últimos desprendimientos de maderas de la zona del campanario, apunta a la necesidad de premura en el desarrollo de la obra. La previsión es que puedan iniciarse una vez pase el invierno, pero la comunidad religiosa deberá buscar financiación para acometerlas. Está previsto que ya la próxima semana haya una reunión con los feligreses para establecer una hoja de ruta que permita lograr los fondos.

La caída de una pieza que rodeaba la bola del campanario obligó a precintar las inmediaciones del templo el pasado diciembre. Ya entonces, el proyecto de reforma de la iglesia estaba pendiente de la tramitación por parte del Arzobispado. A pesar de que inicialmente se había fijado 2020 como el año en el que se ejecutaría, la crisis sanitaria ralentizó los planes iniciales.

El informe que justificaba esta intervención, realizado con antelación a los desprendimiento de finales de año, ya reflejaba que era necesario intervenir en diversas zonas, incluidas parte del tejado, la torre, y la fachada lateral y frontal. En principio, no se consideraba que se tratara de una obra urgente.

Tras caer piezas de madera desde la zona del campanario, el arquitecto del Arzobispado volvió a desplazarse al lugar para analizar si en el último año y medio –tiempo que transcurrió desde su anterior inspección– se hubiera deteriorado más el estado del edificio.

Plan de actuación

Según apunta en sus nuevas conclusiones, el estado del templo no ha empeorado de manera sustancial. El factor que hace que la reforma pase de ser necesaria a urgente son los desprendimientos que se producen hacia el exterior.

A la vista de los datos, la comunidad religiosa local quiere que los trabajos se hagan durante 2021. Pero todo depende de que sean capaces de conseguir la financiación. La iniciativa para lograrlo comenzará la próxima semana con una reunión para explicar con más detalle la situación a los feligreses y trazar un plan que permita obtener el dinero necesario.

Este no es el único problema en los templos religiosos del concejo. También necesita mejoras la iglesia de Vega de Poja. Allí, tras el derrumbamiento que sufrió hace tres años, los restos siguen sin recogerse.

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