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Sin transporte escolar en Siero durante dos años: “Ni nos hacen caso ni nos dan soluciones”

Un alumno de 13 años de Vega de Poja tiene que caminar dos kilómetros o pagar un taxi, con una “ayuda ridícula”, para ir a clase a la Pola

Por la izquierda, Marta Rodríguez, representante de la AMPA, y Beatriz Rodríguez, en el IES Juan Villanueva de Pola de Siero. | A. I. A. I.

El hartazgo por los problemas de transporte escolar en la localidad de Villanueva, en Vega de Poja, Siero, va en aumento después de dos años sin que el autobús escolar pare allí. Beatriz Rodríguez es la principal afectada y se ve obligada a hacer carambolas, adelantando el dinero para un taxi o encajando horarios con su padre enfermo para llevar a su hijo de 13 años al centro Juan Villanueva de la Pola. “Llevo dos años mandando escritos y peleando. No nos hacen caso ni nos dan soluciones y las ayudas de taxi o gasolina son ridículas”, denuncia la mujer, que tiene otra hija de ocho años.

IU y el Ayuntamiento de Siero están haciendo fuerza para que la Consejería de Educación presione al Consorcio de Transportes (CTA) y cumpla con la ruta que incluye esta parada. “Es la compañía de transportes adjudicataria que no quiere subir hasta aquí, obligando al niño a caminar dos kilómetros por una zona oscura, pendiente y deshabitada si quiere coger el autobús”, lamenta su progenitora.

Esta situación supone un grave problema para la familia, que tiene dificultades para mantener la escolarización del joven. Primero pagaron un taxi por adelantado y solicitaron una ayuda a Educación, que les daba “una cantidad muy inferior a la que costaba el servicio”. Finalmente, a través de un recurso, Rodríguez consiguió que le abonaran la totalidad del dinero.

Sin embargo, según relata, en el mes de febrero de 2020, “el taxista se cansó de la situación”. Desde entonces, Beatriz Rodríguez se ha tenido que arreglar para por la mañana dejar primero a su hijo en la Pola, volver con su hija pequeña para que coja el autobús e ir a trabajar; y, por la tarde, “los recoge el abuelo, que tiene esclerosis, ha sufrido dos infartos y, si se pone malo, como ya ha sucedido, no podría hacerlo”.

Concluido el pasado curso, volvió a dirigirse al Consorcio de Transportes y a Educación, para avisar de que tenía que solicitar la parada, a pesar de que figura en la ruta. “Me acabaron respondiendo que no iba a pasar y que si quiero pida la ayuda para el taxi o la gasolina”, concluye Rodríguez, desesperada.

El hecho es que la situación sigue enquistada, a pesar de su lucha, con quejas a todos los niveles administrativos, incluidas algunas a través del instituto. Ahora, IU llevará el asunto al Defensor del Pueblo, una vez la Sindicatura de Cuentas ha advertido al Principado de que “debe primar la escolarización sobre la operación del CTA”.

Como solución provisional, Izquierda Unida propone que el Ayuntamiento envíe un taxi como se hizo en el caso de otros escolares de Muñó.

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