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Espadas, escudos y armas de asta con las que trabaja más habitualmente el colectivo.
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El colectivo Academia Asturiana de la Espada (ACADE) practica con piezas históricas, las que se usaban en el período que va desde el siglo IX hasta principios del XVIII.
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Escudos que usa el colectivo: desde el más grande, que mide 80 centímetros de diámetro, pasando por otro de 60, a los más pequeños, de 32 y 24 centímeros respectivamente. Todos estos escudos son de agarre central, con la mano no dominante (normalmente la izquierda), y esta tipología se mantuvo a lo largo de los siglos como acompañante de la espada. El fin del escudo no es sólo defensivo, sino que es usado de manera ofensiva también.
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Espadas de una mano usadas desde el siglo XI hasta el XVI, con diferentes tipologías de pomo (contrapeso colocado al final de la empuñadura) y diferentes longitudes de hojas.
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Espadas a dos manos que usa el colectivo: la más grande se denomina Montante. Hay además en la imagen dos ejemplos diferentes de espadas largas: una con hoja de batalla, y otra con hoja tipo "federschwert" o sin filos, usadas en el siglo XVI en entrenamiento y duelos.
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El montante o la “gran espada de batalla” es la tipología más grande, siendo su tamaño similar al de su portador o incluso mayor, no siendo posible su uso más que a pie. Su tamaño oscila entre los 150 y los 200 centímetros, habiendo ejemplos mayores, y su peso varía entre los dos kilos y medio y los 5 kilos. Ejemplos mayores y de más peso son considerados poco manejables y solían ser usados más para exhibición que para utilización en combate. Cuando su finalidad era para ser exhibidas se llamaban “de parada”. Este montante tiene una longitud de 171 centímetros y un peso de 2750 gramos, siendo la pieza muy manejable.
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Otra característica de estas espadas era la existencia de una falsa guarda en la hoja de algunos modelos, con el fin de proteger la mano si se cogía por delante de la guarda para manejarla en situaciones concretas. En el caso del montante, no se usa contra un oponente, ya que su peso y su inercia lo hacen peligroso, sino para acciones denominadas “floreos”, que para coordinación y biomecánica son buenos ejercicios, según explican desde el colectivo. Tenían su aplicación en batalla, galeras y en las ciudades, como en callejones estrechos. Eran consideradas armas de maestros a partir del siglo XVII.
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Varias piezas de las que emplea el colectivo en su actividad deportiva y cultural, entre ellas la ropera, la más característica y usada por Academia Asturiana de la Espada. Estas espadas se caracterizan por la protección adicional que permite asir la hoja de la espada, pasando uno o dos dedos por delante y evitando el peligro de ser golpeados por la espada contraria. Esta protección comenzó con diversos anillos superpuestos aumentando su complejidad hasta la llegada de la taza que protegía de forma total esa parte. Las espadas denominadas roperas tuvieron su mayor auge durante los siglos XVI, XVII y principios del siglo XVIII. Este colectivo se centra en el estudio de la espada ropera de taza de finales del siglo XVII y su uso mediante la escuela de la Verdadera Destreza, estilo propio de la Península Ibérica.
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En conjunción con la espada ropera se podía usar un escudo tipo broquel, una capa, un candil, o lo más característico que era la daga de vela. La espada ropera usada habitualmente por el colectivo tiene una longitud de hoja de 104 centímetros y un peso inferior al kilo, mientras la daga de vela (como la que acompaña a la ropera en la imagen) mide 55 centímetros y pesa 600 gramos.
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El arma más moderna de entre las utilizadas por el colectivo data del siglo XVIII y es el llamado espadín, padre del actual florete. Es un arma muy ligera y su uso es eminentemente de punta, ya que tiene escaso o nulo poder de corte. Este ejemplo tiene una hoja de 90 centímetros y un peso de 550 gramos.
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