La Asociación San Félix de Valdesoto quiere salvar el tradicional desfile de carrozas –fiesta de interés turístico regional– de este año, optando incluso por un cambio importante respecto al formato tradicional. La idea que ronda por la cabeza de los organizadores es hacer el desfile a puerta cerrada, solo con la presencia de medios de comunicación que lo transmitan y narren. Esa es la opción que baraja el colectivo organizador, en caso de que haya limitaciones a las concentraciones de personas en el mes de agosto.
Falta mucho para que llegue la fecha y para acabar tomando esta decisión aún debería haber acuerdo en el seno de la asociación y con las peñas participantes. Sin embargo, la perspectiva de tener que suspender por segundo año consecutivo el gran evento anual de la localidad, no agrada.
El pasado 10 de enero, se celebró una representación del domingo de Sidros y Comedies, también propio de Valdesoto, sin público, solo con la presencia de los medios de comunicación. El éxito de esta iniciativa, como forma de mantener la tradición ante la prohibición de cualquier tipo de aglomeración, animó a la Asociación San Félix para plantear la opción de una representación a puerta cerrada.
Valdesoto permanecería vacío mientras las originales carrozas lo atravesarían al ritmo de la actuación de las peñas. Solo estarían presentes los medios de comunicación, que darían testimonio de lo ocurrido, pudiendo retransmitir o narrar la representación.
Para que se acabe optando por ese modelo, lo primero, será plantearlo a los participantes. Si les parece bien, el colectivo organizador guardará esta opción en la recámara, hasta ver cuáles son las restricciones –si es que las hay– en el mes de agosto.
Si se pudiera hacer con público y total normalidad, algo que parece muy complicado, a la vista de su suspensión el verano pasado cuando las medidas restrictivas eran menores que ahora, sería la opción ideal para poder recuperar un evento tan querido en la zona. Sin embargo, la posibilidad de que no quede otra salida que una actuación a puerta cerrada o que incluso esta tampoco se pueda hacer, aparece con fuerza.
La última celebración víctima de la pandemia ha sido la fiesta de Les Comadres de Pola de Siero, que no podrá celebrarse con normalidad por primera vez desde la Guerra Civil, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA.
La actual situación de emergencia sanitaria, agravada en los últimos días en el concejo, como en el resto del Principado, ha forzado a la sociedad de festejos de la capital municipal a suprimir los actos presenciales. A modo de conmemoración, los organizadores anuncian algunas actividades online y también la presencia de parejas de gaiteros por la calle durante la jornada del jueves próximo, intentando animar el día.
Poca opción quedaba para salvar la fiesta habitual, máxime con la llegada de la tercera ola de la pandemia. El pasado año, Les Comadres fue la última y única fiesta que se celebró con normalidad.
