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Covadonga Coto, un siglo “de felicidad”

La centenaria celebró su aniversario en la residencia maliayesa en la que vive desde hace 20 años y pidió un solo deseo: “Que acabe la pandemia”

Por la izquierda, Amelia Barro, Covadonga Coto y Gloria Capellán, durante la celebración.

Cumplir 100 años no es poca cosa. Y más cuando se llega al siglo de vida con buena salud, en plenas facultades y, además, siendo “feliz”. Ayer, viernes, fue el día de Covadonga Coto Rodríguez no solo por festejar el aniversario que la convierte en centenaria, sino porque también quiso celebrar las dos décadas que lleva en la residencia de mayores Miyar Somonte, en la localidad de Amandi (Villaviciosa).

En la fiesta hubo viandas diversas y la tarta propia de un cumpleaños. Aunque algo limitada por las restricciones sanitarias, la celebración estuvo protagonizada por el buen humor de la homenajeada, una característica de su forma de ser, optimista y alegre por naturaleza. En tan especial jornada se dieron cita residentes, dirección y trabajadores. Todos acompañaron –aunque con la distancia requerida– a Covadonga Coto, que en todo momento quiso subrayar lo “contenta” que se encuentra en la residencia de Amandi, donde ingresó un 17 de febrero de 2001.

Nacida en Laviana un 19 de febrero de 1921, desde muy joven se trasladó a vivir a San Martín del Mar, en Villaviciosa, donde residió siempre hasta pasar a la residencia de mayores. Dedicada a su casa, a sus labores y al campo, pasó tiempos difíciles porque, como ella misma destaca, “trabajé como una burra toda la vida”.

“Como para todos, sobre todo para las mujeres, fueron años muy duros. Y yo, desde bien neña, no hice otra cosa más que trabajar. Pero ahora estoy contenta porque puedo celebrar los 100 años encontrándome bien”, afirma esta mujer que disfruta de una salud y lucidez envidiables, según cuenta ella misma y quienes le rodean en el establecimiento residencial.

Covadonga Coto, con su tarta de cumpleaños

Covadonga Coto, con su tarta de cumpleaños Reproducción de Vicente Alonso

Mujer de eterna sonrisa, que procura no perder nunca, afirma una y otra vez para que no quede duda que estos últimos veinte años en la residencia de Amandi han sido de los mejores de su vida. Y explica por qué: “Me siento querida, me cuidan como a una reina y encima me lo dan todo hecho, así que qué más quiero”, afirma Covadonga Coto.

Del cariño que se le profesa en la residencia se dio ayer fe durante la celebración de su cumpleaños. Ella festejó con gran ánimo su siglo de vida rodeada de todos sus compañeros, que comieron pastel especial en su honor. Acudieron también a felicitarla los trabajadores del establecimiento y la directora del centro, Salvi Alonso. Le hicieron varios obsequios, entre ellos, la propia tarta de cumpleaños que se disfrutó durante el ágape.

Al soplar las velas, entre nerviosa e ilusionada, Covadonga Coto no pensó en sí misma a la hora de pedir un deseo. Tenía clara su petición en estos tiempos en los que la crisis del coronavirus invade la cotidianidad: “Que se acabe esta pandemia”. Tras recibir un aplauso unánime para felicitarla, le cantaron el cumpleaños feliz deseándole mucha salud para el futuro y para seguir sumando años e ir a por los 101 “y muchos más”.

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