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García declara por la denuncia del SIPLA: “Es el precio que hay que pagar por hacer lo correcto”

El alcalde de Siero niega en el Juzgado las acusaciones del sindicato policial, que le demandó al entender que intentó coaccionar a agentes

Ángel García, a la derecha, con su abogado, Luis Tuero, ayer, a su llegada al Juzgado de Pola de Siero. | A. I.

El alcalde de Siero, el socialista Ángel García, acudió a declarar ayer al Juzgado número 4 de la Pola como investigado por supuestos delitos de coacciones, amenazas, obstrucción a la justicia y prevaricación, tras la denuncia presentada por el sindicato de la Policía local SIPLA. El regidor negó ante la magistrada todas las acusaciones y aseguró, en relación a la demanda, que es el “precio que hay que pagar por hacer lo correcto”.

García negó todas las acusaciones realizadas por el sindicato policial asegurando que todas las decisiones tomadas respondieron al único objetivo de “gestionar bien los recursos públicos y dar un buen servicio al ciudadano”. El regidor , a su llegada a las dependencias judiciales, apuntó que seguirá “haciendo las cosas igual” y aseveró que “esta causa es el fruto de hacer las cosas bien”.

Su abogado, Luis Tuero, también hizo declaraciones, poniendo en duda la validez como prueba de las supuestas amenazas y coacciones la grabación de una conversación entre el Alcalde y un agente. Dicha grabación dio origen al caso. El letrado entiende, no obstante, que “es solo una charla entre dos personas”.

La demanda fue interpuesta por el sindicato SIPLA al poco tiempo de estallar la guerra abierta entre una parte de la Policía local y el gobierno municipal, en el mes de noviembre de 2019, aunque fue archivada por el juzgado número 4 de Siero a las pocas semanas. Sin embargo, el caso fue reabierto por la Audiencia Provincial, que solicitó que, al menos, se practicara trámite de prueba, tomando algunas declaraciones. Ayer le tocó el turno a García, que lo negó todo.

Los hechos denunciados describen que el regidor, tras una manifestación que el sindicato organizó a la puerta del Ayuntamiento, acudió a las dependencias policiales tratando de intimidarles y amenazarles, solicitando los cuadrantes de turnos del cuerpo. Tras analizar los que había –solo de unos meses, ya que el resto se habían destruido– el regidor aseguró haber encontrado irregularidades en la asistencia al trabajo, exceso de vacaciones y horas extra.

En aquella entrada a la Comisaría, según relatan, habría proferido insultos y amenazas, además de golpes al mobiliario. Tras esto, habría llamado a su despacho a algunos agentes para que declararan en el contexto de otra investigación abierta en relación a la Policía local. Uno de ellos grabó la reunión, entendiendo que García estaba tratando de coaccionarlo para que declarara contra del jefe de Policía, José Enrique Fernández y de otro mando.

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