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La Degollada, un paraíso ciclista en Candamo

La sierra de Bufarán ofrece varias rutas y circuitos para los aficionados a la bicicleta de montaña y pistas para senderistas en pleno centro de Asturias

Andrés Gómez, Carlos Pérez, Luis Ángel Díaz, David Suárez y Eloy Vázquez, en La Degollada. | Sara Arias

La Degollada (Candamo) es como un parque de atracciones al aire libre. Un ir y venir de ciclistas que utilizan los montes de la sierra de Bufarán para la práctica de distintas disciplinas, como el descenso, conocido también como DH, los circuitos de enduro, de mountain bike o BTT, de ciclocross y de puntrak, destinado a mejorar la técnica y para la iniciación de los más pequeños. Un completo centro multideporte al aire libre al que se suman las rutas culturales para el senderismo a través de las trincheras del Frente Norte en la Guerra Civil y las pistas forestales. Y el Ayuntamiento de Candamo continuará realizando inversiones para potenciar su atractivo turístico vinculado al deporte de naturaleza. En ese sentido, se reparará el área recreativa y se adjudicará la explotación del bar, en el que están interesados algunos titulares de proyectos de turismo activo.

“Venimos todos los fines de semana y, en un día, te puedes encontrar tranquilamente a más de 80 personas”, comenta Luis Ángel Díaz, de Lugones (Siero) y miembro del club ciclista “La Degollada”. Cree que la situación del enclave, en pleno centro de Asturias, lo convierte en el área de referencia para los aficionados al ciclismo de montaña de la región. Un paraíso ciclista. En su caso, tarda 20 minutos en llegar y después de vestirse y preparar la bici disfruta de horas de descenso junto a sus compañeros.

“Lo bueno de La Degollada es que hay muchas opciones y que, además, puedes enlazar unas rutas con otras, aunque hay algunas como el descenso en las que sólo se puede hacer eso porque además se necesitan unas bicis especiales”, señala Andrés Gómez, de Candás (Carreño), también del club. Unos circuitos de diversas disciplinas que nacieron de la propia necesidad de los aficionados. Eloy Vázquez, de Grado, es quien está tras los itinerarios de enduro, que comenzó a abrir en 2013 foceta en mano: “Tengo invertidas aquí muchas horas, diseñar los circuitos y abrirlos. Me tienen dicho que me gusta más la fesoria que la bici”, cuenta el moscón.

Eloy Vázquez, junto al cartel que muestra las rutas y circuitos de La Degollada. | Sara Arias

Horas desbrozando y abriendo senderos para conformar seis rutas de enduro que, además, se van modificando. “Esto no tiene fin”, dice Vázquez, quien considera que con cada bici que se venda se debería entregar herramienta: “Yo trabajo primero para disfrutar después, el agua y el paso de las bicis va ahuecando el terreno y, luego, si coges nivel necesitas más, es un gimnasio natural antes y después”, comenta riendo. Así es que los itinerarios de enduro están en constante actualización. Unas mejoras en las que también ha participado el Ayuntamiento.

Los ciclistas destacan el apoyo brindado por la alcaldesa de Candamo, Natalia González, quien desde su llegada a la Alcaldía, en 2015, ha apoyado a los clubes y ha realizado inversiones como el circuito de ciclocross o el puntrak. “Nace todo tras ser consciente del potencial de la zona para la práctica deportiva, de manera no organizada. Desde hace años, un grupo de gente de Candamo y de Grado empezó a hacer determinadas pistas y circuitos y como él área recreativa siempre tuvo mucho tirón entre la gente, apostamos por explotar la masa forestal como recurso deportivo porque era una opción que nos gustaba”, recuerda.

Con la creciente práctica ciclista en La Degollada, se constituyeron los clubes y comenzaron a organizar pruebas deportivas como el maratón “Asalto a las Trincheras”, de sesenta kilómetros de longitud, en un recorrido por todo el concejo que es, además, campeonato de Asturias.

La zona ha cambiado mucho desde principios de la década a la actualidad. Además, el Ayuntamiento ha señalizado los distintos circuitos y se han colocado indicaciones para prevenir sustos o accidentes, por ejemplo, en la bajada del descenso, que cruza una pista forestal, y por donde los aficionados bajan a gran velocidad. Pero no tiene excesivo peligro porque se les escucha perfectamente acercarse mientras descienden.

El niño Pelayo Álvarez, en el circuito de puntrak.

Además, en estos tiempos de pandemia, pese a la cantidad de gente que se acerca a la sierra de Bufarán, el contacto no existe. Este espacio al aire libre atrae también a los más pequeños, encantados con el puntrak instalado en el área recreativa de La Degollada. Allí aprenden a llevar la bici, el equilibrio y otras aptitudes, atraídos por las cuestas y curvas que tiene el recinto, que sirve también para la tecnificación.

El área recreativa está destartalada por la falta de civismo pese a la fuerte inversión realizada por el municipio hace más de diez años. No hay ni mesas ni bancos: ha volado todo. Por ello, el Consistorio prevé reacondicionar la zona y dotarla de nuevo cierre y mobiliario. “Además, queremos tener la zona protegida y para eso vamos a arreglar el bar y a sacarlo a contratación por un precio simbólico porque nos interesa tener la zona cuidada”, detalla la Alcaldesa.

La fama de esta zona de encuentro para deportistas y para los que quieren pasar un buen rato al aire libre tiene mucho que ver los ciclistas de la comarca, como Eloy Vázquez o David Suárez. Todo por disfrutar de su pasión por la bici, ya sea en enduro, en descenso o en cualquier otra de las modalidades que ofrece la sierra de Bufarán. Un centro multideporte en plena naturaleza y en el centro de la región que es territorio ciclista.

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