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La productora de cine de Yernes y Tameza graba en Quirós un corto sobre la música

La película, que también se ha filmado en otros escenarios, está dirigida por el moscón Raúl Menéndez y tiene guion de Paula Guadalupe

En primer término, el director, Raúl Menéndez Gancedo, en un momento del rodaje, con parte del equipo. | Reproducción de S. Arias

Tres historias humanas a través de la música. Es la propuesta del cortometraje “Para qué sirve un músico”, que ha sido rodado en Quirós por la productora “El Gallo Visuals”, con base en el centro de empresas de Yernes y Tameza. El director, el moscón Raúl Menéndez Gancedo, está en plena posproducción de la cinta, cuyo guion es de la ovetense Paula Guadalupe. “Queremos transmitir el poder que tiene la música en el día a día de todos, lo que te mueve la música y cómo una canción te recuerda a un momento o a una persona”, explica.

La grabación se desarrolló durante el pasado fin de semana en el concejo quirosano y en emplazamientos de Luarca (Valdés) y en Oviedo. El casting cuenta con actores de la región y también de Madrid, Valladolid y Pontevedra. Tres historias, en paradas de autobús, que se unen a través de la música. “Ya tenía ganas de rodar con la productora, grabar algo un poco más creativo-artístico porque con la pandemia lo creativo se ha quedado un poco de lado y trabajo más en vídeos corporativos”, detalla Menéndez.

Sobre estas líneas, Menéndez da las últimas indicaciones a los actores antes de grabar. A la izquierda, Menéndez y Guadalupe, inmersos en el texto. | Reproducción de S. Arias

La idea de Menéndez, quien destaca el trabajo desarrollado por el elenco de actores y actrices, así como el cámara, Miguel Díaz Barrio, es llevar el cortometraje a festivales. El primero será a finales de marzo al Medina Film Festival, en Medina del Campo (Valladolid).

El intenso rodaje en los últimos días por distintos puntos de Asturias da paso ahora al montaje de la cinta. Y todo con el buen gusto del trabajo bien hecho.

“Estamos muy contentos, sobre todo, porque hicimos una piña y también por la profesionalidad de los actores y del cámara, fue brutal”, concluye el director del cortometraje.

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