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Rebelión entre los zabarceros de la Pola al instalarse terrazas en su zona

“Estamos apretujados, no se cumplen las distancias”, denuncian los vendedores del mercado tras la reordenación del gobierno de Siero

Los vendedores de la plaza de Pola de Siero, reunidos este martes. | A. Illescas

Los temores de los vendedores del mercado de Pola de Siero se confirmaron este martes y causaron un gran enfado, que desembocó en una asamblea entre los zabarceros. Las terrazas de los establecimientos hosteleros, autorizadas por el Ayuntamiento, ocuparon parte del espacio de los puestos junto a la plaza cubierta y en el barrio de La Isla, obligando a los vendedores a juntar tenderetes: “Estamos apretujados, no se cumplen las distancias”, aseguraron los afectados, que solicitan ser recibidos por el gobierno local para aclarar el entuerto.

Sin embargo, para el Ayuntamiento, no hay ningún problema en esta decisión. Según apuntó la concejala Ana Rosa Nosti, “lo único que se busca es que tanto los vendedores de los excedentes de la huerta como los hosteleros puedan trabajar. Se han reubicado ocho puestos en los otros dos aleros de la plaza, a escasos metros de donde estaban antes”. Además, a su parecer, “se cumple la distancia de seguridad y tienen su espacio de un metro cuadrado asegurado, que es el que se recoge en la ordenanza”.

Otro punto polémico es el uso de la plaza cubierta. Los zabarceros defienden que su razón de ser es servir como punto de venta de excedentes de la huerta. Frente a esto, Nosti resalta que “la reordenación del mercado de los martes de Pola no solo afecta a los vendedores de la huerta, sino también a los comerciantes del barrio de La Isla”.

El gobierno local defiende estos cambios, que han enfadado a los vendedores. “Buscamos que los hosteleros no tengan que quitar la terraza el día de mercado”.

La postura de los zabarceros es completamente inversa. Recuerdan que “toda la vida” la hostelería cerró los martes por la mañana. Usan la zona “solo cinco horas a la semana” y consideran que los hosteleros pueden esperar ese tiempo “hasta las dos de la tarde” para sacar sus mesas.

Después de la primera sesión de mercado en la que se consumó el uso compartido de espacios con los bares, los zabarceros mantuvieron una caldeada asamblea. En ella coincidieron en pedir explicaciones sobre la situación a las autoridades municipales. Por último, desean que, a partir de ahora, “la comunicación con nosotros sea más fluida y se nos tome en cuenta a la hora de tomar las decisiones”.

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