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El Desenclavo en Villaviciosa, con restricciones

La pandemia obligó a controlar el aforo y las distancias entre los nazarenos que asistieron al acto principal de la Semana Santa local

El descendimiento del Cristo de la cruz. | Vicente Alonso

La Semana Santa maliayesa tiene su origen en el siglo XVII, cuando que dos frailes, dominicos de la Orden de Predicadores procedentes de Oviedo, fray Sebastián Romero y fray Luis del Llano, fundaran en Villaviciosa la Cofradía del Santo Nombre de Jesús, actualmente conocida como Cofradía de Jesús Nazareno. Más de tres siglos de tradición para unas arraigadas celebraciones que cofrades y vecinos siempre han vivido con fervor, sobriedad y sencillez. Y este año, a causa de la pandemia, con restricciones.

Los nazarenos depositan el Cristo yacente en la urna de plata y cristal. | Vicente Alonso

El Sermón del Desenclavo del Viernes Santo, que data de al menos del año 1693, continúa siendo el acto principal de una Semana Santa local, que se mantiene viva generación tras generación hasta la actualidad. Una celebración que Villaviciosa volvió a vivir el día de Viernes Santo con pasión y recogimiento en la iglesia parroquial, para el que la cofradía maliayesa organizadora del acto, por las actuales restricciones marcadas por la pandemia, tuvo que tomar rigurosas medidas en el control de aforo o distanciamiento entre los asistentes, para cumplir con las actuales normas de seguridad.

La solemne celebración en el altar parroquial estuvo presidida por el párroco, Gonzalo José Suárez, quien se dirigió a los cofrades presentes: “Os invito a mirar la cruz y con ella al crucificado en este auto sacramental que revive cada año la Semana Santa de Villaviciosa. Ponemos la mirada en esta corona de espinas, en esta época en la que se ciñen coronas en la frente de tantos incompetentes. Desclavad la mano derecha que vivió para bendecir curar, dar vida y perdonar, y llevad y mostrad esta imagen yacente y bendita a su Madre Dolorosa”.

Jóvenes nazarenos asistentes al Desenclavo. | V. Alonso

Procedió un grupo de nazarenos, ante las imágenes del Cristo crucificado, San Juan y la Dolorosa, a desenclavar la imagen del Cristo de la Cruz para el ceremonioso ritual del “descendimiento” del cuerpo, que resultó sobrecogedor por el respetuoso silencio vivido con momentos de gran intensidad al ser introducido inerte en el Santo Sepulcro.

Esta urna de plata y cristal es otra pieza cargada de simbolismo para la pascua villaviciosina, siendo con más de 100 años el paso más antiguo que conserva la Cofradía, y el único que sobrevivió a la Guerra Civil.

Miembros de la Banda de Música de Villaviciosa y del Coro Parroquial realzaron con sus acordes y sus voces la solemnidad de la ceremonia, que contó con la presencia del alcalde, Alejandro Vega, y el coronel al mando de Regimiento Príncipe, Alfonso Pardo de Santayana Galbis, entre otras autoridades, así como el mayordomo de la Cofradía, Nicolás Rodríguez Martín.

Lorena Villar Sánchez, vicealcaldesa de Villaviciosa; Salvador Ortiz Seoane, comandante de la Guardia Civil de Villaviciosa; Alejandro Vega Riego, alcalde del concejo; Alfonso Pardo de Santayana Galbis, coronel jefe del Regimiento de Infantería Príncipe n.º3 y comandante militar de Asturias; Héctor Barturen Gancedo, intendente jefe de la Policía Local; María del Castro Velarde, esposa del coronel, y Nicolás Rodríguez Martín, mayordomo de la Cofradía Jesús Nazareno, tras la celebración religiosa. | V. Alonso

Alrededor de un centenar de cofrades, jóvenes nazarenos y fieles también pudieron vivir pese a las limitaciones actuales por pandemia la solemne manifestación religiosa, zenit supremo de la Semana Santa de Villaviciosa, que también pudo seguirse en directo desde casa a través de las redes sociales de la Cofradía.

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