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La Confederación frena la reparación de la red de aguas de Lieres

El organismo de cuenca arguye que la solución planteada por los vecinos generaría problemas

José Julio Martínez, de la cooperativa de aguas de Lieres, en el lugar donde se produjo la rotura de la conducción. | A. I. A. ILLESCAS

La resolución de los problemas en la red de agua de Lieres se complican. La cooperativa recibió el visto bueno de la Demarcación de Carreteras para arreglar una de las tuberías principales que se ha roto bajo la nacional 634. Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), ha mandado detener el proceso. Considera el organismo de cuenca que la tubería que se pretende instalar no tiene ancho suficiente como para canalizar el agua que viene del manantial y podría generar problemas, además de que perjudicaría a una vivienda que se encuentra en la zona. En todo caso, ofrece una solución alternativa. Plantean que se pueda recuperar la funcionalidad de la antigua tubería, “como solución provisional, siempre que los vecinos de Lieres asuman cualquier responsabilidad por los posibles daños”.

La decisión de bloquear la obra, según apuntan fuentes cercanas a CHC, tiene que ver con tres motivos. El primero, que se pretende colocar una tubería de 500 milímetros de diámetro, “con capacidad muy insuficiente, pudiendo reducir la capacidad de desagüe del arroyo”.

Otro de los motivos es que, aguas arriba y en las proximidades de la obra de paso, existe una vivienda que podría verse perjudicada “como consecuencia de la instalación de esa tubería”. Finalmente, las citadas fuentes aluden a que, la cooperativa, “debería presentar una documentación mínima para poder analizar las obras pretendidas y su posible afección a la capacidad de desagüe del arroyo y la vivienda próxima”.

Como solución temporal, entienden que podría valorarse la recuperación de la tubería actual. Eso sí, siempre que los propios vecinos se responsabilicen de los daños que pudieran ocasionarse “por una crecida repentina del arroyo y de la reducción de la sección de desagüe producida”.

Entretanto, los vecinos de la localidad, donde 600 familias dependen del abastecimiento desde el depósito de la cooperativa, viven un momento de incertidumbre. Según apuntan los representantes del colectivo encargado del servicio de aguas, “el depósito no se llena”. Por el momento no han sufrido cortes, ni perdida de presión. Pero a la vista de que los problemas podrían alargarse, ya se plantean hacer cortes de agua nocturnos.

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