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A. Illescas
Ver galería >Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
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Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
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Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
Los Güevos Pintos volvieron a la calle en la jornada de hoy en Pola de Siero, aunque con algo de frío. Tras un año marcado por el confinamiento, en el que la gente celebró en casas y balcones, había ganas de fiesta en la Pola, donde, desde primera hora, las terrazas lucieron repletas. Se escuchó por la megafonía de algunos bares y en los teléfonos móviles de los presentes, la bendición, a cargo del párroco Fermín Riaño Menéndez, que debutaba: “En la Pola no falten güevos (pintos) pa facer fiesta”, bromeó en uno de los momentos de la bendición.
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