Las vallas instaladas el pasado mes de marzo en la última manga del dique del puerto de San Esteban (Muros) se quedan para siempre. La dirección general de Infraestructuras Viarias y Portuarias del Principado ha prohibido el acceso peatonal con la instalación de dos cierres metálicos “como en muchos otros puertos”, detallan, al tratarse de una zona peligrosa cuya parte alta es rebasable por el mar. Una intervención que ha generado una intensa polémica en la localidad, con los vecinos indignados.
Según los responsables de la infraestructura portuaria del concejo, “dada la afluencia de público en la zona, por motivos de seguridad, se decidió colocar, de acuerdo con el Ayuntamiento, una puerta para impedir que la gente suba y se pasee”. Sostienen, además, que al servicio no le consta ninguna actuación pendiente en esa zona del dique, como la reparación de los socavones que hay debido al impacto del oleaje durante los temporales.
Y el cabreo es tremendo en San Esteban. Los vecinos replican que no hay este tipo de puertas metálicas puestas en ningún otro paseo marítimo en Asturias, como el de Puerto de Vega (Navia) o el deCandás: “Es como si las ponen en los cubos de Llanes”, señala Xuan Cándano.
Según este vecino, el cierre de la última zona del dique es un despropósito, un despilfarro y una muestra “del creciente e irritante prohibicionismo”. A mayores abunda que es tal el enfado de los habitantes de la localidad murense que “si no las lleva antes la indignación ciudadana, que es unánime, las llevará el primer temporal”.
Y es que las vallas del dique son tema recurrente en San Esteban, donde también ponen en cuestión el impacto ambiental que genera la colocación de las dos vallas que cierran el paso de los peatones.
También dudan de la actitud del Consistorio tras haber afirmado la alcaldesa, Carmen Arango, que preguntaron una vez que ya había sido realizada la obra, de la que no habían sido previamente informados.
Por otro lado, la asociación de vecinos “Nuestra Señora del Carmen” ya ha manifestado su queja y disconformidad con las vallas que cierran la última parte de la infraestructura pues entienden que la zona es un atractivo turístico de la localidad, por donde pasean miles de personas al año. Además, en el tramo cerrado al paso se encuentra la capillina de la Virgen del Carmen, un pequeño altar en honor de la patrona de San Esteban, donde acuden creyentes y visitantes. El colectivo vecinal mantiene la exigencia de que sean retiradas “de inmediato”.
