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“El pan se queda duro” esperando en los semáforos de Lugones

Vecinos de la localidad sierense denuncian que los reguladores de tráfico no van bien: “Algunos pasan diez minutos cerrados”

Anselmo Llaneza, ayer, señalando uno de los semáforos de la avenida de Oviedo. | A. Illescas

Los vecinos de Lugones van a por el pan y de recién hecho, “de caliente, pasa a quedarse duro”, esperando en los semáforos de Lugones. Lo cuenta irónicamente Anselmo Llaneza, vecino de la localidad, que denuncia el estado de la red semafórica de la localidad. Mirando a su reloj y de reojo al hombrecillo del controlador del tráfico, apunta: “Siete minutos tarda en cambiar de color para dar paso a los peatones. Y esto pasa en muchos semáforos, no solo en uno”.

Explica este vecino que el problema viene de largo, “al menos un lustro”. Fue entonces cuando, como miembro del PP de Siero, registró un escrito en dependencias municipales para advertir de lo que consideraba una larga lista de incidencias en los semáforos de la localidad. El primero, su mala regulación en cuestión de tiempos. “Te puedes pasar diez minutos esperando a que se ponga en verde”, señala, principalmente, sobre los de la avenida de Oviedo.

Además, indica que “en muchos no se distinguen siquiera los monigotes de colores, por su mal estado de conservación”. En este sentido, Llaneza abunda en que “algunos directamente se quedan sin luz” mientras que “tampoco funcionan los botones habilitados para que los peatones pidan paso”.

Su queja es la que “ya plantearon muchos antes”. Otros residentes de la localidad, así como grupos políticos, han avisado del mal funcionamiento de los controladores del tráfico, afirma. Entiende Llaneza que esta situación “está detrás de algunos de los atropellos que se han dado en la zona en los últimos años”.

Incide en que, como vecino de Lugones, sufre a diario los inconvenientes de la situación que denuncia. “Cuando salgo de casa a comprar el pan, casi echo la mañana”, dice con sorna. Le preocupa también el problema que esto ocasiona a personas mayores, que, ante sus ojos a veces cruzan en rojo: “No se ve bien, esto es así todos los días y así pasan desgracias”, concluye. Lo que pide es que se “lleve a cabo algún tipo de mantenimiento de los semáforos” y se “ajusten los tiempos de los verdes y rojos”, de forma que mejore la circulación en la localidad.

Los principales problemas, destaca, se dan en la céntrica avenida Oviedo y en otras calles pequeñas próximas a la zona peatonal, junto a la iglesia y la Casa de la Cultura, espacios por los que transitan muchos viandantes.

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