La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Grado “celebra la vida” con el cumpleaños de cuatro centenarias de su residencia

Emoción durante una fiesta en la que no faltó el recuerdo a los fallecidos en la primera ola del covid: “Hoy es un día alegre, pero lo pasamos mal”

"Que nadie tenga miedo a vacunarse": cuatro centenarias soplan las velas en la residencia de Grado

"Que nadie tenga miedo a vacunarse": cuatro centenarias soplan las velas en la residencia de Grado VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

"Que nadie tenga miedo a vacunarse": cuatro centenarias soplan las velas en la residencia de Grado Sara Arias

Hace poco más de un año la residencia de ancianos de Grado sufría de lleno el impacto de un virulento brote de coronavirus que sesgó la vida de 30 personas y que obligó a medicalizar el equipamiento. Doce meses después, con todos los residentes y equipo sociosanitario vacunado, la vida se ha vuelto a celebrar con el cumpleaños de cuatro residentes centenarias. Las homenajeadas fueron Sara Fernández, que cumplió en agosto de 2020; Adamina Martínez, que hizo los 100 años el pasado mes de marzo; Visitación Rodríguez, que los alcanzó en diciembre del año pasado, e Isabel García, conocida como “La cubana”, que alcanzará los cien años el día 26 de abril. Precisamente por ella, la fiesta fue de tipo indiano, con habaneras y paseos en coche deportivo descapotable en recuerdo de los antiguos haigas que traían los emigrados a América al hacer fortuna. “Me di un paseo por la mañana y la gente me aplaudía desde los balcones, fue muy emocionante”, dijo García, llena de ilusión.

Había muchas ganas de celebrar en la residencia moscona. Y los usuarios acudieron engalanados como los antiguos indianos con sombreros de estilo de principios del siglo XX o pañuelos atados en la cabeza. El patio exterior lucía decorado con guirnaldas y objetos de época como maletas o reproducciones de las cartas que cruzaban el Atlántico. Y Fernández, una de las centenarias, estaba muy emocionada y no paraba de agradecer el reconocimiento “porque sabemos que la gente nos quiere y se acuerdan de nosotros, estamos muy bien aunque lo pasamos mal en su momento”, comentaba.

A la cita no quiso faltar la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, que destacó el ejemplo de lucha que demostraron residentes y el equipo técnico del centro para afrontar la pandemia. “Vinimos a celebrar la vida porque lo pasasteis mal, quien nos iba a decir hace un año que íbamos a tener vacuna. Nadie lo pensaba pero el día llegó, aunque seguimos con prudencia”, dijo la consejera. Además, destacó la entereza de los residentes como un espejo en el que la sociedad debe mirarse “para hablar de esperanza”.

Carlos Briansó, director de la residencia, y Alicia Menéndez Petit, ayer, en el coche. | Irma Collín

Junto a la directora general de Establecimientos Residentes para ancianos de Asturias (ERA), Ana María Suárez, les entregó una placa conmemorativa a las cuatro residentes centenarias, que la recibieron con ilusión y emoción “y más estando aquí mi sobrino Olegario de Sama, que me hace muchísima ilusión”, incidió Adamina Martínez. El reencuentro con los familiares ha sido durante los meses de pandemia uno de los momentos más esperados y, ahora, poco a poco, se van cumpliendo algunos de esos anhelos.

La fiesta de ayer dio muestra de ello, aunque todos siguen con el recuerdo de los que perdieron la vida muy presente. “Hoy es un día alegre, pero me acuerdo de todas las pérdidas de compañeros y me da dolor y pena, eran tan jóvenes todavía...”, dijo García, que también subrayó que era una jornada con un recuerdo especial a sus padres, sobre todo a mi madre que el día 26 hará cien años que me trajo al mundo”.

En la celebración disfrutaron todos los residentes. Y los paseos en coche descapotable fueron la actividad estrella de la jornada. A Alicia Menéndez Petit le sirvió para dar una vuelta por las Calles Nuevas, donde vivió muchos años, “porque hace tiempo que no iba, pero el bar, Villuir, estaba cerrado o no lo vi”, comentó a su llegada a la residencia, sin darse cuenta de que en realidad el establecimiento cambió de ubicación, aunque a escasos metros del antiguo local. Una tarde de fiesta para las mujeres que han llegado a centenarias y para todos los compañeros y personal, que vivieron una jornada como hacía tiempo que no podían.

“Es una alegría poder estar así, estamos todos muy contentos”, afirmó Estrella Valles, que vivió con una enorme emoción el reconocimiento a sus compañeras centenarias. Cuatro mujeres que, destacaban ayer los presentes, han sobrevivido a la Gripe Española de 1918 o a la Guerra Civil y que dan muestra de su capacidad de sobreponerse y de que la vida continúa. “Esperemos que por mucho tiempo”, remató una de las centenarias.

Compartir el artículo

stats