Algunos vecinos de Bobes están molestos tras advertir que las obras de Amazon están utilizando agua del río Noreña, extraída desde la carretera que va al acuartelamiento de Cabo Noval. Entiende Jorge Colloto, pescador y residente en la zona, que “no se puede sacar agua de un río, a mí me multaría el Seprona”. Sin embargo, esto contrasta con el hecho de que la compañía encargada de las obras cuenta con permiso de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) desde el pasado uno de marzo. 

Fuentes cercanas a la obra confirman que, efectivamente, la firma encargada de los trabajos lleva dos meses utilizando el agua del río Noreña. La autorización nada tiene que ver con el Ayuntamiento de Siero.

Sin embargo, Colloto, residente en Bobes ve esta maniobra poco lícita: “El agua hay que pagarla, como todo el mundo. Es para una empresa privada, qué permiso, ni permiso”, exclama. Asimismo, al ser él pescador, se muestra preocupado por el poco agua que lleva el río: “A este paso, en verano, ¿cómo estaremos?”.