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Lío de altura en La Fresneda: el Consistorio ordena la poda de setos a casi cincuenta vecinos

El gobierno local destaca que “no sancionará”, pero advierte de que hay que cumplir la norma que dicta que no deben exceder los 2, 5 metros

La edil Patricia Martín y César San Miguel, con su familia, ayer, midiendo la altura de su seto, en La Fresneda. | A. I.

La polémica está servida en La Fresneda a partir de la inspección municipal que ha ordenado la poda de los setos de casi medio centenar de domicilios. Los vecinos defienden estar cumpliendo con la norma, pero existe una disparidad de criterios entre residentes y Ayuntamiento. Muchas de las viviendas denunciadas están hechas sobre taludes y se ha tenido en cuenta la altura de los muros de carga sobre los que se asienta el seto a la hora de medir los 2,5 metros de altura que deben tener como máximo. Por ello, en algunos casos, se sobrepasaría el alto máximo. No obstante, el gobierno local afirma que hay que aplicar las normativas, si bien “no se sancionará”. Además, plantea el Ejecutivo, “estos casos particulares” pueden presentar alegaciones y estas se estudiarán.

El problema viene de atrás, según el Consistorio. Los ediles Alberto Pajares y Susana Madera revelaron ayer la existencia de quejas reiteradas por parte de los vecinos por la excesiva altura y ocupación de aceras por parte de algunos setos de viviendas. “Es un problema generalizado que nos ha transmitido la Asociación de Vecinos”, explican.

Es por ello que se envió a los funcionarios municipales a comprobar que, efectivamente, se estaba dando esta situación. Algo que, según recalcó Madera, “se hace en todo el concejo y no solo en La Fresneda”. Una vez advertido, comenzaron a llegar cartas con las notificaciones a casas de vecinos.

El primero en recibirla fue Manuel Martínez, que pensó que se trataba de una confusión. “En mi zona soy de los pocos que lo tienen bien. Es cierto que es un problema generalizado”, explica. Sorprendido, se dirigió al Ayuntamiento, preguntando si no se habrían confundido con la vecina de al lado. “Ella también está denunciada y todos los del bloque”, dice que recibió por respuesta.

El problema reside en que su domicilio, como el de muchos de los afectados, se encuentra sobre un talud. Por tanto, “entre la altura de la acera, desde donde mide el Ayuntamiento y el jardín, hay un muro de carga de más de un metro”. “Entendía que los 2,50 debían ser desde el suelo de mi terreno, no desde la acera. Si los corto así me quedo con poco más de un metro de seto, se me vería perfectamente en el salón desde la calle”.

Martínez ya prepara alegaciones, pero tiene clarísimo que no los cortará: “Tardaron diez años en crecer y si les meto ese viaje en esta época, con toda la savia arriba, corro el riesgo de que se me mueran”, señala este vecino.

Una situación similar vive César San Miguel, con su casa en altura y condenado a quedarse con un cerramiento vegetal “de tan solo 60 centímetros”. Algo que considera “peligroso para los niños cuando juegan y también una pérdida de la intimidad”.

Defiende San Miguel que, salvo dos, “que están podando progresivamente”, todos los vecinos de su calle tienen los setos “a 2,4 metros”. Eso sí, sobre el nivel del muro de carga que retiene el talud. Este vecino ve detrás de todo “un afán recaudatorio” y recuerda que esos cierres vegetales “pueden llegar a costar hasta 2.500 euros”.

Coinciden ambos afectados en observar que no se ha actuado contra todos los edificios, incluidos algunos de titularidad pública, que tienen setos muy por encima de la altura. “El del colegio estará a más de cuatro metros”, advierten.

El gobierno local compareció ayer de urgencia para tratar de apagar la polémica iniciada tras hacer pública Ciudadanos la situación. La formación naranja reclamó que se adapte la norma de poda “al sentido común”, sobre todo pensando en las nuevas viviendas que se entregarán en la urbanización en los próximos meses. La organización política añadió que este tipo de revisiones “deberían hacerse en otoño, para tratar de evitar que los árboles se mueran”.

Frente a las críticas, Madera y Pajares defendieron que las inspecciones se realizan en todo el municipio y que se quiere hacer cumplir la ley. Plantean a Ciudadanos que, en caso de querer cambiar esto, deberían enviar una propuesta al equipo redactor de la revisión del planeamiento urbano.

Asimismo, en respuesta a la inquietud de los vecinos, los ediles explicaron que “pueden mandar sus alegaciones y se estudiará cada caso en particular”. Según los concejales, se actuó debido a las repetidas denuncias de residentes en la localidad, que veían setos muy altos o no podían transitar las aceras con comodidad por la invasión de estos.

El gobierno local considera que se trata de “un problema generalizado en la urbanización” y tiene previsto continuar inspeccionando. En ese sentido, sobre el hecho de que aún no se haya actuado en el caso del colegio público, indicaron que, cuando se llegue a la revisión de esa zona, “si se incumple, se dará aviso para la poda a la autoridad competente”.

Madera también quiso subrayar que, aunque se poden los setos en esta época, “no se morirían”, según la conclusión de los encargados del mantenimiento de parques y jardines municipales.

Los denunciados tienen ahora diez días para presentar alegaciones y otros siete para proceder a la poda.

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