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Orden de alejamiento para el candasín que recibió 22 denuncias por acoso

La denunciante, que hizo público su caso a través de LA NUEVA ESPAÑA, agradece la actuación de la Guardia Civil

Mónica García muestra las denuncias que presentó contra su vecino. | Olaya Pena

El juez ha ampliado la orden de alejamiento a un candasín contra el que una vecina de su barrio había interpuesto 22 denuncias, atribuyéndole numerosos actos vandálicos contra el negocio que regenta la mujer.

Mónica García, que así se llama la denunciante, hizo público su caso a través de LA NUEVA ESPAÑA. Después de 22 denuncias interpuestas contra un vecino de su barrio, el juez dictó este lunes una orden de alejamiento mayor que la que se había impuesto en primera instancia y, así, ha prohibido al hombre denunciado acceder, permanecer o residir en Carreño.

Mónica García todavía interpuso tres denuncias más desde el 19 de abril, cuando este periódico desveló el acoso que vivía. Llegó a 22 denuncias, hasta que el hombre fue detenido el pasado lunes. Quedó libre el miércoles, pero con orden de alejamiento.

Desde que se publicó en este periódico el caso, Mónica siguió sufriendo daños en su negocio y en propiedades cercanas. El pasado sábado, García asegura que aparecieron las ruedas pinchadas cinco coches además del suyo, todos estacionados ante la tienda que la mujer regenta en la villa. También aparecieron diferentes mensajes grabados en la pared.

Tras unas semanas que no fueron fáciles, Mónica afirma ahora que se siente más segura. “Ahora puedo dormir tranquila y llevaba muchos días sin poder hacerlo. No sabía qué me podía encontrar al día siguiente. Ahora sí que estoy amparada. No me alegro, porque él acaba de destrozarse la vida”, añade la denunciante.

Mónica García se plantea ahora incluso cerrar el negocio que regenta. “El perjuicio que me hizo, aparte del daño psicológico, es que la gente ahora quizá no se atreva a acercarse a la tienda. Pinchó las ruedas de los coches que estaban delante, hasta seis. El mío y otros cinco. Empecé un negocio hace cuatro días, en esta época, y cuesta arrancar. Si a eso le añades todo esto, pues se complica mucho”.

No obstante, Mónica García confiesa que ha ganado en tranquilidad y elogia el trabajo de la Guardia Civil. “Voy a seguir viviendo en Candás y quiero seguir tranquila. Aunque yo no veía que se estaba trabajando en el caso, me siento agradecida porque las cosas se solucionaron. La ley tardó en llegar pero la Guardia Civil trabajó en ello y les estoy muy agradecida”, asegura.

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