Doce de los diecinueve centros de día adscritos a la red del ente público Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) siguen cerrados desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020. La Consejería de Bienestar Social ha ido reabriendo de forma progresiva desde finales del pasado abril un total de ocho (Arriondas, en Parres; El Mirador, en Tineo; El Cristo y El Naranco, en Oviedo; Lastres, en Colunga; Pola de Laviana; El Nodo, en Avilés; y Riaño, en Langreo), mientras que el resto no ha podido ser por compartir espacios –sobre todo entradas– con los geriátricos del ERA.
No obstante, el centro de día de Pravia, en un edificio independiente de la residencia de mayores –aunque el mismo recinto–, ha estado sin actividad no por el covid, sino por la falta de transporte para sus usuarios. Ahora, una vez solventado este problema, la idea de la Consejería de Bienestar Social es que la actividad vuelva al centro praviano a principios de julio (el mes entra la próxima semana), al igual que en el Clara Ferrer de Gijón.
El centro de día de Pravia, que da servicio a un buen número de concejos de la comarca del bajo Nalón, dispone de plazas libres. La solicitud para acceder a las mismas, al margen de que el centro esté sin actividad, está abierta a quien tenga necesidad de tal servicio.
El resto de centros de día cerrados deberán esperar hasta que las autoridades sanitarias autoricen la actividad. Todo depende de cómo evolucione la pandemia. Estos son: Belmonte, Salas, la Tenderina (Oviedo), Palacio de Villar (Luarca, Valdés), Santa Bárbara (San Martín del Rey Aurelio, Los Canapés (Avilés), Valentín Palacio (Siero). La intención de la Consejería que dirige Melania Álvarez es poder retomar la actividad cuanto antes. “Se están planteando nuevas organizaciones en base a los espacios compartidos y al número de usuarios”, explican en el departamento. Hay otros 26 centros de día que dependen de la Dirección de Mayores, no del ERA, y que en su caso ya están funcionando a pleno rendimiento.
Fue a principios de abril cuando se empezó a normalizar la atención a los mayores en la red de residencias y centros de día del Principado. Lo más sonado y celebrado tanto por familiares como por usuarios, así como por los trabajadores, fue la posibilidad de salir al exterior, algo que había estado vetado durante más de un año por culpa la pandemia. El llamado “Protocolo de actuación frente al covid en los servicios sociales” –en vigor desde el día 9 de abril– exige a cada centro “un plan de contingencia que detalle circuitos de entrada y salida diferenciados y medidas que garanticen el uso de espacios y personal independientes de los del centro residencial”. Será posible suspender la actividad si la evolución epidemiológica lo aconseja.
La vuelta a los centros día pendientes de abrir será de forma progresiva y por fases, todo en función del espacio y medios de los que disponga.
