Una temporada, por lo menos, como la anterior. Es lo que espera el sector turístico de Grado, que nota ya la llegada de visitantes del verano, ligados principalmente a los peregrinos del Camino de Santiago. Son sobre todo nacionales, aunque el flujo de extranjeros ya se empieza a notar. A ellos se suma el turismo de familias españolas, que empujan la ocupación en hoteles y casas rurales. Las reservas para dormir en julio y agosto llenan las agendas de los alojamientos y la restauración advierte movimiento en comidas y cenas fuera del fin de semana. Todo ello da esperanzas a los empresarios de abordar la estación estival con buenas previsiones.
“Ya están llegando”, celebra Lorena Rodríguez, propietaria de un albergue privado en la villa moscona. El mes de junio le deja un saldo medio de entre 20 y 25 pernoctas al día y las reservas para julio y agosto “están a tope y el teléfono funcionando todos los días”. Llena el establecimiento, sobre todo, con peregrinos nacionales pero los extranjeros ya llegan desde Portugal, Italia, Alemania y “bastantes” de la República Checa. “Los franceses, solo algunos”, añade.
Pero también registra plazas de alojamiento para el turismo familiar “porque Grado es el centro de Asturias y pueden moverse en media hora a cualquier parte”, apunta, con algunos que repiten después de 2020. Unos visitantes que son el principal turista que recibe Beatriz Pérez en su hotel rural de Sama de Grado, donde “quedan aún huecos” para los dos próximos meses.
Los extranjeros entran a cuentagotas, siendo fundamentalmente peregrinos, aunque estos los nota más en los meses de primavera y otoño. Pero las reservas de turistas nacionales están funcionando a pleno rendimiento, con peticiones para estancias medias. “A ver si lo podemos alargar hasta octubre porque septiembre se empieza a mover y tenemos muchas ganas de trabajar el verano, lo necesitamos”, señala Pérez.
Por su parte, la hostelería también observa ya la llegada del turismo a Grado. En el restaurante de Sindulfo Díaz lo saben porque los fines de semana están “al completo” y en una jornada como la del pasado martes, día laborable por semana, hubo varias cenas con mesas de visitantes.
Expectativas positivas
“Tal vez este verano no vaya a ser como el anterior porque la gente de Grado, el año pasado, no se movilizó y este año creo que hay menos miedo y muchos se van a ir de vacaciones”, aprecia el hostelero. Con todo, cree que será una buena temporada para el sector.
De igual manera piensa Olga García, con un restaurante y un negocio de comida para llevar. En su caso, “la fuerza importante, además de la clientela de Grado y los concejos limítrofes, los habituales, son los madrileños que tienen segunda residencia en la zona. Se nota muchísimo en julio y agosto”, desvela. Por ello, cree que este 2021 se será tan bueno como el año pasado.
Además, hoy abre el albergue público de peregrinos de la villa moscona, el la parte de arriba del parque Manuel Pedregal. “El verano arranca en Grado”, corrobora la edil de Turismo, Lorena Cabo, quien anuncia que se presentará próximamente un paquete de visitas “vivas”, vinculadas a actividades como la cestería o las queserías de afuega´l pitu del municipio, entre otros. Un proyecto en el que trabaja el área, que va a diseñar un programa integral de promoción del concejo en el que buscan la implicación del comercio, hostelería y alojamientos del municipio.
“El Camino de Santiago es fundamental y nosotros queremos estar en todas las actividades, es un nicho para todos los sectores porque un peregrino puede querer hacerse un bocata y va a la tienda, o necesita un masaje de un fisio o ir a la mercería o la farmacia”, explica.
Por otro lado, la concejalía también ofrece al sector turístico asesoramiento en promoción y, entre las medidas, ponen a disposición de los establecimientos la traducción a otros idiomas de sus cartas o documentos.
Así se prepara Grado para la temporada turística, con todo por mostrar.
