El repique de las campanas de la iglesia y el estruendo de los voladores marcaron el domingo en Quintes la víspera de sus fiestas grandes, las de Santa Ana, que un año más quedaron algo deslucidas por la crisis sanitaria que impidió celebrar los festejos habituales.

Ayer, día de la patrona, se celebró una misa solemne tras la que no hubo subasta del ramo, pero sí una sesión vermut en La Carbayera. Estuvo amenizada con gaita y tambor por varios chicos del grupo folclórico “Les Xanines”.

Después, los vecinos compartieron la tradicional comida en familia ya en sus respectivos hogares. Desde la comisión de fiestas esperan que el próximo año se puedan celebrar los grandes festejos habituales ya con total normalidad, pues la de Santa Ana es una de las fiestas patronales más sonadas de la zona.

Cancelación

La situación de crisis sanitaria también afectó esta semana a una de las fiestas señeras de Villaviciosa, la celebración de Santiago en la localidad de San Justo. La comisión organizadora se limitó a poner en marcha las actividades religiosas, dejando pospuestas para el año que viene las de otro tipo.

En cambio, pese a la pandemia, la feria de los arándanos y de los frutos rojos reunió a más de siete mil personas del viernes al domingo en la Villa. Se trata de una cifra récord de asistencia para un certamen que va claramente a más y que ya es una referencia para toda Asturias.