La gran obra anunciada para este año en Noreña, la reforma de dos módulos de los vestuarios del campo de fútbol municipal, no se llevará a cabo este 2021, al menos en su totalidad. El gobierno local (IPÑ) aprobó ayer en Pleno, entre críticas de la oposición, una modificación de crédito por la que 50.000 de los 170.000 euros que se iban a destinar a esta actuación irán, mayoritariamente, a pagar gastos jurídicos contenciosos. Del ajuste presupuestario, 38.000 euros van para esta materia, mientras que dos partidas de 6.000 se destinarán a suministros del colegio público y a la limpieza de dependencias municipales. Por otra parte, también salió aprobada una modificación de crédito de 5.000 euros para una subcontrata de apoyo a estudios y trabajos técnicos, en perjuicio de las partidas para el programa de comidas saludables y el denominado “Diviertt”.

Este movimiento arroja varias conclusiones. Por un lado, la obra del campo de fútbol no se llevará a cabo, al menos en la medida que estaba previsto, durante este año. A pesar de contar con una partida de 170.000 euros, la licitación ha quedado desierta transcurrido el plazo de presentación de ofertas. Un golpe al capítulo de inversiones municipal, que ascendía a 234.000 euros, pues la gran mayoría se iba a destinar a esta reforma, pendiente ya desde hace más de un año.

La licitación comenzó el 27 de abril y el periodo de presentación de ofertas finalizó el 25 de mayo. Este fue el segundo traspié en el intento de iniciar la reforma. En un primer momento, se había aprobado la instalación del primer módulo de vestuarios con cargo al remanente de tesorería de 2019, con una partida de 85.000 euros, pero no se llegó a ejecutar al no dar tiempo a adjudicar la obra antes de que acabara el año. Ahora será necesaria una nueva licitación, pero su finalización en 2021 está en duda, máxime con la reducción de 50.000 euros. Por otra parte, el Gobierno local acusa el efecto de los constantes enfrentamientos judiciales. Destacan los pleitos perdidos contra la Central Sindical (CSIF) por la contratación de trabajadores o la disputa con un vecino al que se dejaron de dar contratos menores.