La finalización de la obra del puente de Quinzanas, en Pravia, está prevista para finales de septiembre. Es la fecha oficial que maneja la Consejería de Medio Rural para reponer esta infraestructura de la AS-39 sobre el río Narcea, cerrada al tráfico desde el pasado 1 de enero por el hundimiento de la pilastra central. Un bloqueo que causa perjuicios entre los vecinos de Quinzanas y Pronga, obligados a dar un rodeo de 20 minutos para llegar a Pravia, cuando, por el paso, tardaban escasos cinco minutos.
Sin embargo, entre los afectados se estima, según señalan, que por fuentes próximas al proyecto la instalación de la pasarela se hará entre los días 5 y 8 de septiembre, “para después alquitranar y limpiar la carretera”. Una fecha que anticipa la conclusión de la obra casi un mes, lo que sería un alivio para los habitantes de Quinzanas y Pronga porque el cierre al tráfico y paso de peatones del puente ha lastrado la comunicación y los desplazamientos, con mucha población de edad avanzada que se está dejando un buen dinero en taxis para ir a la compra o al médico, denuncian. “Estamos un poco más contentos”, dicen.
La obra tiene unos plazos muy concretos. Tal y como explicó la directora general de Infraestructuras Viarias, Esther Díaz, en el desmontaje de la infraestructura, el pasado mes de abril, los trabajos están condicionada por varias afecciones como “las limitaciones ambientales y, también, por la variación de la lámina de agua”. No obstante, se comprometió a ejecutarla en el menor tiempo posible.
Por su parte, los vecinos siguen colgando pancartas en la comarca para reivindicar celeridad a la obra bajo el lema “Asturias rural=Asturias olvidada. Reparación urgente del puente de Quinzanas”.
