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El autor del atropello mortal de Llanera, en la cárcel, afronta un homicidio imprudente

El ovetense C. N. M., de 42 años, ingresó ayer en prisión por sus antecedentes penales y ante “el riesgo de fuga y reiteración delictiva”

Agentes de la Guardia Civil de Tráfico, en la recta de Coruño, investigan el atropello, con la familia del joven fallecido –a la izquierda– recibiendo condolencias por la pérdida.

El ovetense de 42 años detenido el lunes en Posada de Llanera tras arrollar mortalmente a un joven de 22 años cuando huía desde Gijón de la Policía pasó ayer su primera noche en la cárcel después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, ayer en funciones de guardia, decretase su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza. A este individuo, con antecedentes y de iniciales C. N. M., se la atribuye, de inicio, “un delito de conducción temeraria en relación con un delito de homicidio imprudente, abandono del lugar del accidente y conducción sin permiso, concurriendo respecto a este último la agravante de reincidencia”, detallan desde el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). El encarcelado circulaba el día de autos sin permiso de conducir y sobre él pesaba ya una orden de ingreso en prisión (por un delito de lesiones), motivo por el que huyó de los requerimientos de la Policía Local cuando le dieron el alto en la avenida de Oviedo, en Gijón, por exceso de velocidad.

La acción temeraria de C. N. M., que conducía un Golf de color blanco, provocó la muerte instantánea del joven Carlos Jiménez Jiménez, muy querido en Posada de Llanera, cuando este hombre trataba de esquivar los coches a la altura de la recta de Coruño para eludir a los coches patrullas de la Policía Local de Gijón y de la Guardia Civil que le seguían desde la parroquia gijonesa de Porceyo. En esas acciones de distracción, invadió la calzada y arrolló a su víctima, casado y padre de dos hijos, y cuya muerte provocó una gran consternación en familiares y amigos que ahora exigen que se haga justicia con el responsable de este presunto homicidio imprudente de este hombre que ayer pasó a disposición judicial sobre las diez de la mañana después de estar custodiado por el Instituto Armado.

El ingreso en prisión por el atropello mortal, que ha conmocionado a todo Llanera llegó a petición del Ministerio Fiscal, que consideró que existía riesgo de fuga al tener en cuenta que C. N. M. ya estaba en busca y captura para su ingreso en prisión (algo que no había realizado) y que las penas que podrían llegar a imponérsele por estos hechos, en caso de sentencia condenatoria, “son elevadas”. Según el Código Penal, ya solo por el homicidio imprudente la pena podría llegar a los cuatro años de cárcel, pero por el momento la lista de delitos que se le atribuyen al inicio de la fase de instrucción –sin perjuicio de que cambie– es más amplia.

Además, la Fiscalía del Principado de Asturias estima que en el investigado existe el riesgo de reiteración delictiva, pues ya tenía condenas anteriores por circular con vehículos a motor sin el permiso de conducir, además de un amplio historial delictivo previo. Son muchos los testigos con los que se fue cruzando por la carretera AS-II en dirección Llanera que apreciaron la temeraria velocidad con la que escapaba de los agentes, y también de que, a pesar del brutal atropello –lanzó varios metros más adelante a su víctima y el coche quedó seriamente dañado en su parte delantera–, no detuvo su marcha para interesarse por el estado del joven.

Las diligencias para cimentar la acusación contra este hombre corren a cargo de la Guardia Civil. Los agentes de tráfico tomaron fotografías y todo tipo de pruebas para elaborar el atestado que resuma lo ocurrido el pasado lunes y que le costó la vida a Carlos Jiménez, hijo de Ramón, un conocido y respetado vecino del concejo.

Los agentes de la Policía Local deteniendo al conductor, en la calle Carrión de Posada de Llanera.

Las investigaciones han permitido constatar que el investigado fue sorprendido circulado a una velocidad superior a la permitida a la altura de la avenida de Oviedo sobre las 12.15 horas del pasado lunes. Cuando una patrulla de la Policía Local le instó a que detuviera el vehículo, este hombre hizo caso omiso y emprendió una huida de varios minutos por la AS-II. Al tener una orden de ingreso en prisión quería burlar a los agentes, pero en su intento por librarse acabó matando a una persona que se encontraba a las puertas de su casa familiar. Un coche de la Guardia Civil, al entrar en su demarcación, se sumó a la persecución mientras un helicóptero del Instituto Armado supervisaba la huida desde el aire.

El arresto del delincuente se produjo poco después del atropello mortal, cuando consiguieron cerrarle el paso a la altura de la calle Carrión, próxima al instituto de Posada de Llanera. Los agentes de la Policía Local lograron ponerle los grilletes y a partir de ahí quedó bajo custodia de la Guardia Civil. Esa noche ya la pasó en prisión.

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