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“Estamos muy dolidos, es duro”, claman los familiares de Carlinos Jiménez, el joven atropellado mortalmente en Llanera, en su funeral

Cientos de personas arropan a la familia del joven de 22 años arrollado a la puerta de su casa en Coruño por un conductor que huía de la Policía

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Emotivo entierro de Carlos Jiménez, el joven de 22 años atropellado mortalmente en Llanera

"Me lo mataron. Al Carlinos me lo mataron". Lo primero que se oía este miércoles al mediodía al llegar al cementerio de Lugo de Llanera eran gritos de dolor. Fue durante el entierro Carlos Jiménez, el joven de 22 años que atropelló un prófugo de la justicia a la puerta de su casa, en Coruño el pasado lunes. Hasta el camposanto se desplazaron cientos de personas, de toda Asturias y hasta de Santander, para darle su último adiós y apoyar a la familia Jiménez en esos momentos tan duros. Hizo falta que la Guardia Civil regulase el tráfico. Los dos aparcamientos contiguos al cementerio se llenaron. “Creemos que se está haciendo justicia”, afirmó José Jiménez, uno de sus primos, haciendo esfuerzos por contener las lágrimas.

Carlos Jiménez –llamado cariñosamente Carlinos– era un joven de 22 años, natural de Llanera, casado y con dos hijos, y que trabajaba en el negocio familiar con su padre dedicado a la compra venta de ganado. Era muy querido del concejo.

Muestra de ello fueron los numerosos vecinos que se desplazaron a dar su último adiós, entre ellos el alcalde de Llanera, Gerardo Sanz, junto a algunos de los miembros de la corporación. Muchos ya habían estado presentes en el velatorio que se celebró en Arlós, donde nació el fallecido.

La lluvia no logró disuadir a los asistentes al funeral. El féretro llegó en torno al mediodía a la iglesia de Lugo portado por familiares y gente cercana al difunto. A miembros de la familia cercana se los tuvieron que llevar a casa e incluso algunos de ellos se desvanecieron impotentes por la pérdida de Carlinos Jiménez.

“Estamos muy dolidos. Era muy joven y nadie se lo esperaba. Y deja a una mujer y dos hijos”, lamentó otro de sus primos, Luis Jiménez, que también estuvo presente en el lugar de los hechos el pasado lunes. Vive a cinco minutos y, en cuanto se enteró, fue a la casa familiar. Los Jiménez esperan que se haga justicia: “El conductor, que no tenía carnet de conducir y estaba en busca y captura, tiempo para parar, tuvo. Si no lo hizo, fue porque no quiso”, afirmaba José Jiménez, recordando con “mucho dolor” lo sucedido.

Carlos Jiménez estaba en la puerta de su casa, en Coruño, cuando un coche, un Golf blanco, le arrolló, causando su muerte al instante. Conducía Constantino N.M,, natural de Oviedo, de 42 años, que huía de la Policía Local de Gijón por la AS-17. Fue detenido a escasos metros de ahí, en el plena calle, frente al instituto de Posada de Llanera y le llevaron a las dependencias de la Guardia Civil de esta localidad. A continuación, lo trasladaron a Avilés y finalmente a Oviedo. El juez, ante el “riesgo de fuga” y la “reiteración delictiva” dictaminó este martes, un día después de lo sucedido, su ingreso inmediato en prisión.

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