- Multimedia
- Clasificados
- Servicios
Ver más galerías relacionadas
Paula Tamargo
Ver galería >El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
El panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasEl panteón de Concha Heres, de 1923, languidece en el cementerio de Grado mientras se sigue buscando una salida que haga posible recuperar el conjunto, de 1923, y uno de los elementos más destacados de la arquitectura funeraria en Asturias. En el interior, Concha Heres y su marido, el acaudalado indiano Manuel Valle, reposan en sarcófagos de mármol con estatuas yacentes cuyas manos y cara son de marfil. "La Noche", un ángel de estilo modernista, preside el acceso al pórtico principal y es una de las piezas más destacadas de esta "tumba de reyes" al decir de algunos estudiosos locales y cuya restauración el Ayuntamiento moscón lleva años intentando promover.