–Es muy satisfactorio ir allí y pararse a tomar un café. No solo es por la comida, es por la visita.

Rodrigo Caunedo termina de preparar las cajas de pedidos del día, y se para unos segundos a conversar. Es el responsable de Rural EcoLab, donde se centraliza el proyecto de “Caleya” (acrónimo a su vez de “Complemento Alimenticio Local Ecológico y Accesible”), en el que parte de las verduras, frutas y legumbres de los productores ecológicos de Llanera se destina a familias beneficiarias del servicio de excedente de la Unión Europea (que cumplen determinadas condiciones a nivel renta y demandan ante el Ayuntamiento este servicio). Y a él le gusta acudir a las casas donde lleva reparto.

“Yo, como beneficiaria, en su momento, de los alimentos excedentes de la Unión Europea, que se reparten entre familias que no tienen muchos recursos en el concejo de Llanera, recordaba que la mayor parte de cosas que mandaban era pasta y arroz, leche y una legumbre. Cualquier persona entiende que no es una alimentación completa”, explica Isabel Fernández (Podemos), concejala de Dinamización Social que a su vez fue promotora de la iniciativa.

Lo que se busca ahora es una cesta de verduras ecológicas y frescas, que se reparte a 60 personas de 16 familias cada viernes, para completar una dieta que, de otro modo, “no es sana para la salud”. El programa tiene una duración de tres meses y terminará el 28 de octubre, aunque Servicios Sociales está buscando que sea permanente. A los agricultores, que se organizan entre ellos para tener una cesta lo más variada posible, se les paga mediante una subvención. “Esto también es un apoyo a los productores locales. Se produce una sinergia”, indica Caunedo.