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Villaviciosa engorda el padrón con vecinos de Gijón que buscan vivir en el medio rural

La cercanía a las grandes ciudades, buenas comunicaciones y pueblos con encanto, claves para que el concejo sea el que más población gana

Vista general de la capital de Villaviciosa. | V. A.

Si en el siglo XX las malas condiciones de vida en los pueblos provocaron un éxodo a las ciudades, la crisis sanitaria está generando ahora, aunque en menor medida, una especie de éxodo urbano hacia las zonas rurales en busca también de una mejor calidad de vida. Demógrafos y sociólogos tienen la vista puesta en el “fenómeno Villaviciosa”, por ser el concejo de Asturias que más sube en población y donde, además, hay un proceso de rejuvenecimiento, con una media de edad que ha caído a los 49 años. Las buenas comunicaciones con Oviedo y con Gijón, así como la cercanía a esta última ciudad, unido al atractivo de parroquias como Quintes o Quintueles, explican que Villaviciosa haya conseguido consolidarse por encima de los 15.000 habitantes y experimentar un crecimiento del padrón del 3,9% en pocos meses. Desde marzo de 2020 hasta noviembre de 2021, en pandemia, el concejo ha sumado 581 vecinos, según los datos oficiales. Hay constancia de que han llegado también nuevos residentes que no se han registrado oficialmente en el municipio.

Apunta Daniel Herrera, del Observatorio del Territorio de la Universidad de Oviedo, que “Villaviciosa cuenta con la gran ventaja de su emplazamiento, pues tiene muy buenas comunicaciones con Gijón y con Oviedo, que están a tiro de piedra y, además, ofrece unas condiciones de vida y unos servicios muy buenos”. El experto añade que la pandemia ha provocado la salida de población de las grandes ciudades hacia núcleos más pequeños, e, incluso, a los pueblos y aldeas en los que resulta factible el teletrabajo o un cómodo y rápido desplazamiento diario para ir a trabajar presencialmente. “Villaviciosa tiene unas características muy peculiares en cuanto a su propia configuración interna, con unas diferencias importantes entre la capital, la zona de la costa o el interior, que hacen que tenga mucha diversidad”, explica Herrera.

Así, las parroquias maliayesas que presentan un balance positivo en términos demográficos, por ser las que mayor cantidad de vecinos ganan, son la capital municipal y Quintes, Quintueles y Villaverde, en la zona de costa más cercana o limítrofe con Gijón.

En lo que va de siglo, Villaviciosa capital ganó un total de 1.518 habitantes, lo que, en términos porcentuales, supone un incremento del 30,7 %. En concreto, pasó de 4.943 a 6.461 habitantes. Según el equipo que se encarga de la redacción del Plan General de Ordenación (PGO), este crecimiento se debe, en muy buena parte, a la población procedente de otras parroquias interiores que, dentro del propio municipio, deciden trasladarse a la capital en busca de mayor comodidad y del acceso a una serie de servicios básicos. No obstante, aprecian también la llegada de población de concejos próximos que decide fijar su residencia en Villaviciosa por calidad de vida y un menor precio de la vivienda. Los expertos coinciden en achacar el crecimiento de Villaverde, Quintes y Quintueles, fundamentalmente, a vecinos de Gijón que ven la oportunidad de combinar la vida en un entorno rural sin la necesidad de renunciar a las ventajas que, debido a su cercanía, les ofrece la gran ciudad.

Por contra, las parroquias de los valles y cordales más meridionales o de interior pierden población de manera constante desde principios de siglo. Las caídas del padrón alcanzan el 40 y hasta el 50% en Breceña, Carda, La Magdalena, Santa Eugenia, Pueyes, Arnín o Rozas.

En el estudio realizado por Herrera y su equipo también se recoge que ha aumentado notablemente el número de personas que tenían en el municipio su segunda residencia y que, tras los confinamientos y los cierres perimetrales, se han establecido de manera permanente. De igual foma, se aprecia que existe un alto porcentaje de nuevos residentes en el concejo llegados de otras comunidades, como, por ejemplo, Madrid.

El informe desvela que Villaviciosa no solo gana población, sino que también la rejuvenece. La media de edad se sitúa ahora en los 49,7 años, cuando antes de la pandemia estaba por encima de los cincuenta años.

También destaca que en los meses de julio, noviembre y diciembre de 2020, las altas de empadronamiento superan holgadamente los cien efectivos al mes, alcanzando en noviembre las 201 incorporaciones. En la parte contraria, las bajas en el padrón son menores, superando únicamente los 50 habitantes, en octubre de 2020 y julio de 2021.

En el Consistorio reconocen que también ha crecido la población no empadronada en el municipio, pero que reside en él. Se deduce del incremento de consumos de agua o luz.

Aunque lejos aún de los 22.117 habitantes que contaba el concejo en la década de los años treinta del pasado siglo, Villaviciosa vive ahora una época dorada con 15.267 residentes, según los datos de noviembre de 2021.

Fuentes municipales reconocen que hay un “gran crecimiento de las rehabilitaciones y la nueva construcción en la zona rural, así como un incremento de las ventas y la demanda de la vivienda unifamiliar, especialmente en la zona más cercana a Gijón. A esto hay que sumarle el aumento de la venta de fincas edificables en el ámbito rural del concejo, algo que se venía notando desde hace años y que se ha incrementado a partir del confinamiento por la pandemia.

Cifras


15.267

El total de vecinos empadronados

Villaviciosa, tras un declive demográfico importante en las últimas décadas del siglo XX, lleva ya más un año por encima de la barrera de los 15.000 vecinos.

581

Los residentes ganados durante la pandemia

Las cifras del padrón revelan que, de marzo de 2020 a noviembre de 2021, se registraron 581 vecinos.

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