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Los jóvenes de Gusen, un alegato de paz en Grado

“Las guerras nun traen nada bueno”, dice la hija de uno de los moscones asesinados por los nazis, homenajeados ayer en la villa

Rosario Sánchez y Juan de la Fuente chocan las manos a punto de realizar la ofrenda floral, con la consejera Rita Camblor, a la izquierda, y familiares de los homenajeados. | S. Arias

“Pido a toda la juventud que manden lo que manden nun queráis las guerras porque nun traen nada bueno más que muertos, desilusiones y desgracias, que no pase más”, clamó ayer, en Grado, Rosario Sánchez, de 83 años, hija de José Manuel Sánchez López, uno de los tres jóvenes del concejo asesinados por los nazis en el campo de concentración de Gusen, dependiente de Mauthausen, a quienes se homenajeó con la inauguración de un monumento en su recuerdo en el parque de la Memoria Histórica. Un acto muy solemne que deja para siempre tallado en granito y bronce el recuerdo de José Manuel Sánchez, Trinitario de la Fuente Areces y Antonio García Arango, y en el que, por desgracia, la invasión de Ucrania por parte de Rusia cobró protagonismo.

La escultura, promovida por la asociación “ArtGrao”, es obra del artista local Juan de la Fuente, que es asimismo sobrino de una de las víctimas mosconas de Hitler, Trinitario de la Fuente. Fue, tras investigar su historia, cuando decidió crear este monumento en recuerdo de los tres jóvenes republicanos de Grado que perecieron en el horror nazi “después de 80 años olvidados”, dijo con emoción contenida.

La misma que desprendió Rosario Sánchez cuando se acercó a besar la placa de bronce con el rostro de su padre, que acarició con ternura. La pena de todos estos años se vio ayer en parte reparada para la mujer con el homenaje, en el que recordó cómo murió su padre cuando “salió campo a través y le dispararon pero como no le alcanzó ningún punto vital, soltaron un doberman”. Un duro y doloroso testimonio en el que rememoró sus viajes a Gusen y Mauthausen, donde cogió cenizas del horno crematorio que ahora tiene en el panteón familiar. “Son de muertos de allí, así que vale por los tres”, afirmó.

Rosario Sánchez acaricia la placa de bronce con el rostro de su padre, José Manuel Sánchez López. | S. Arias

“No es cosa del pasado”

La inauguración del monumento fue conducida por el cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández, quien leyó una declaración institucional del Ayuntamiento, consensuada por todos los grupos políticos de la Corporación. “Es un homenaje a estos tres moscones pero, por extensión, a todos estos asturianos y españoles y a todos aquellos que fueron asesinados por la barbarie nazi, que nos ha de servir también como recordatorio permanente de que la barbarie no es cosa del pasado como nos demuestran los hechos que están ocurriendo ahora mismo en Ucrania”, dijo, tras lo que hubo un extenso aplauso en apoyo al pueblo ucraniano, que sufre el asedio de la guerra.

Al homenaje acudió la consejera de Presidencia, Rita Camblor, que aseguró que “es atroz no reconocer la existencia de un deber inexcusable y de justicia con quienes dieron todo por la defensa de la legalidad democrática, las libertades y el bien común”. También el alcalde de Grado, José Luis Trabanco, y ediles de los grupos municipales. Juntos para que no se olvide el horror sufrido por los tres moscones que perecieron en Gusen y para dejar recuerdo a las presentes y futuras generaciones de lo ocurrido y que, como dijo Rosario Sánchez, “no pase jamás”.

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