Pasión y devoción en el Desenclavo y en la Procesión del Santo Entierro en Villaviciosa. Y emoción y solemnidad como adjetivos para describir una de las procesiones cumbres de la Semana Santa de Villaviciosa. Sin duda alguna el Viernes Santo es uno de los días más importantes y que más gente congrega en la Villa y este año no fue una excepción. Todo gracias al trabajo incansable de la Cofradía Nuestro Padre Jesús de Nazareno, teniendo especial protagonismo los niños, ya que cinco de los pasos fueron portados por ellos.

Las imágenes que recorrieron las calles fueron las del Nazareno, la Dolorosa, San Juan, la Verónica, la de la Flagelación, la de la Coronación de Espinas... Todas ellas de alta calidad y belleza, obra de los mejores tallistas del momento, como en el caso de la Dolorosa, de Julio Beobide y con policromía de Ignacio Zuloaga o las de los populares Xudios, obra del escultor valenciano Enrique Galarza.

A las 19.30 de este pasado viernes una multitud  de personas seguían desde el Campo de San Francisco el Sermón del Desenclavo a cargo del Predicador, Juan Antonio Martínez Camino, Obispo Auxiliar de Madrid. Para ello estaban preparadas las tres imágenes protagonistas, la del Cristo crucificado en el centro y San Juan y la Dolorosa a ambos lados. Procedieron así los cofrades a desenclavar la imagen del Cristo, para presentarla ante su madre la Virgen Dolorosa e introducirla después en el Santo Sepulcro, una urna de plata y cristal con más de un siglo de antigüedad. Momentos de gran intensidad que preceden a la Procesión del Santo Entierro, que tuvo lugar a continuación por las calles de Villaviciosa, con el acompañamiento musical de la Banda de Música de Villaviciosa, la Coral Capilla de la Torre y la Banda de Cornetas del Regimiento Príncipe número 3, del Acuartelamiento Cabo Noval, en La Belga (Siero)