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El Instituto de Grado estrena “Aladdín”

Los alumnos del centro representarán el viernes el musical “con mucha ilusión”, tras dos cursos de espera a causa de la pandemia

La profesora Laura Díaz repasa el texto con el grupo de actrices en el ensayo general. | S. Arias

El genio de la lámpara ha concedido su deseo al alumnado del Instituto Ramón Areces de Grado: estrenar la obra musical “Aladdín” este viernes, tras dos cursos de aplazamiento por la pandemia. Un parón que, con la obra ya prácticamente organizada en 2020, ha servido para crear un espectacular atrezzo y vestuario con el que celebrar la décima edición de este espectáculo musical escolar.

Habrá una alfombra voladora, una lámpara gigante y coloridos bastidores para acoger a los 28 actores y actrices, 68 miembros del coro, doce bailarines y al equipo de iluminación y sonido que conforman una propuesta en la que están involucrados todos los departamentos del centro educativo. Además, en junio, habrá funciones solidarias abiertas al público.

El coro.

“Están con mucha ilusión pese a que la mayoría no tiene la referencia de haberlo visto antes y, por otro lado, nos da pena por todos los que se quedaron con las ganas después de haber estado ensayando todo el curso 2019-2020, así como por videoconferencia durante el confinamiento”, explica la profesora de Filosofía, Laura Díaz, quien detalla que la función se la dedican a los estudiantes que no pudieron salir a escena.

Tras la larga espera, el musical ya está listo y en el último ensayo general se pulieron pequeños detalles. “Tenemos todo el trabajo hecho con los alumnos, ahora solo queda estrenar”, comenta la profesora de Música, Cristina Cañedo.

La alumna Elisa Ungureanu.

Serán diecinueve escenas en dos actos y los primeros en disfrutar de la obra serán los alumnos de segundo de Bachiller, que se gradúan, y sus familias. En junio, los días 3 y 10, habrá funciones solidarias en favor de la asociación Galbán y del colectivo Clowntigo, cuyas entradas están a la venta en el Instituto y en negocios de la villa moscona con una fila cero. Al alumnado ya solo le quedan dos deseos en la lámpara, que salga todo perfecto en las tres funciones y conseguir una gran recaudación para los donativos.

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