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El Museo de la Sidra ultima los trámites para contratar un nuevo director por tres años

El patronato que rige el equipamiento promueve un ambicioso plan de modernización para revertir la tendencia a la baja de visitantes

Juan Cañal, en el Museo de la Sidra. | LNE

El Museo de la Sidra de Asturias da un paso más en sus planes de recuperación y relanzamiento. El patronato de la fundación que rige el equipamiento de Nava aprobó ayer el pliego para la asistencia técnica previa a la contratación de un nuevo director.

Es un acuerdo importante, dado que el único director que tuvo el museo desde su apertura en 1996, Elías Carrocera, dimitió en 2014. Nunca se llegó a reponer ese puesto y tampoco ha sido posible replantearse esta situación hasta ahora, tras conseguir la financiación necesaria. Tal y como indicó ayer el alcalde de Nava y presidente del patronato, Juan Cañal (PSOE), “primero fue necesario elaborar un plan estratégico, luego buscamos la financiación y ahora se elaboraron los pliegos, por parte de Fernando Méndez Navia, para sacarlo a licitación”. De ahí que los trámites hayan llevado su tiempo para reunir fondos propios y una aportación en los presupuestos del Principado por importe de 42.000 euros, con los que se pretende contratar un director para los próximos tres años, con posibilidad de prórroga.

Tras haber pasado años sumido en una crisis tan seria que, incluso, corrió serio riesgo de cierre, el equipamiento inicia ahora un ambicioso plan de relanzamiento con el que, además de incrementar el número de visitantes, pretende consolidarse como un espacio de encuentro para todo el sector y en el referente principal para la proyección de la sidra asturiana en el exterior. Para ello, contar con un director se antoja fundamental para llevar las riendas de ese plan de proyección.

Regido por una fundación en cuyo patronato figuran los ayuntamientos de la Comarca de la Sidra, Gijón y Siero, el Principado, la Caja Rural, la Asociación de la Sidra Asturiana y la patronal turística Otea, el museo viene marcando una clara tendencia a la baja en el número de visitantes. Ha pasado de los más de 40.000 de 2007 hasta un mínimo de 13.000 en 2018. La situación mejoró en 2019, con 17.000 usuarios en el que ha sido el último año de funcionamiento normal del equipamiento, que, pese a las dificultades, cerró en 2021 el mejor mes de agosto de su historia, con un total de 3.262 visitantes.

En ese ámbito, las actuaciones incluidas en el plan de reactivación se marcan como objetivo un incremento del público del veinte por ciento en un solo año. La inversión prevista, a falta de ajustes, sería de 872.215 euros en cuatro ejercicios.

La renovación de la exposición, con un coste de 58.000 euros, es uno de los aspectos fundamentales para el futuro inmediato del museo.

Otra clave del plan para el museo pasa por estrechar sus relaciones con todos los estamentos del sector y su proyección internacional, ampliando el patronato de la fundación con la entrada de más organismos y contando con empresas privadas.

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