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La barreña no es una cuajada

“Es único de Grado”, dice el cronista oficial, Gustavo Adolfo Fernández, sobre el producto de la primera maduración del afuega’l pitu

El cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández, ayer, con una de las pruebas de barreña de la degustación que albergó la Casa de Cultura. | S. Arias

“La barreña no ye cuajada ni requesón”. Así de contundente se mostró ayer el cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández, en la charla que ofreció en la Casa de Cultura sobre la primera maduración del queso afuega’l pitu, en su versión más fresca, conocida tradicionalmene como barreña en el concejo de moscón. “No tienen nada qué ver ni en textura ni en sabor con una cuajada o el requesón, es mucho más cremoso. Y, desde aquí, quiero reivindicar que la barreña es de Grado, fuera del concejo no se conoce, por lo que creo que se debería reivindicar como barreña de Grado. Las cosas por su nombre”, dijo en el marco de las cuartas jornadas del “Queisu afuega’l pitu ya la barreña”, que organiza el Ayuntamiento y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de la variedad quesera.

Una charla que despertó un animado debate en el público que, después, disfrutó de una degustación de barreña, con elaboraciones dulces y saladas, a cargo de Segundo Riesco, de la Escuela de Hostelería del instituto Valle de Aller. En Grado, la forma más tradicional de preparar la barreña es batirla con azúcar al gusto y se conserva fría en la nevera. Además, también se le pueden añadir fresas o crema de cacao. Cualquier combinación es perfecta.

En la conferencia, Fernández apostó por que la hostelería moscona promocione la barreña con el nombre de Grado, “al igual que hacemos con la huerta, hacer un poco de patria”. En ese sentido, el cronista oficial considera clave esta denominación como estrategia comercial: “Viene alguien de fuera y le va a llamar la atención la barreña de Grado por el nombre y porque es algo que no habrá visto en ningún otro sitio. Preguntará qué es y, probablemente, la acabará probando porque es un producto único del concejo de Grado y cuando sales fuera quieres probar cosas nuevas y autóctonas”, aseguró Fernández, para quien el apelativo es “un sello de calidad”.

El cronista oficial de Grado también abogó por recuperar la elaboración en fechas navideñas de un dulce tradicional del concejo, el escaldáu, en los negocios del municipio o mediante un concurso culinario. “Hay productos únicos de Grado que no se comercializan, es una pena porque son las cosas que nos distinguen”, concluyó.

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