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La fresa de Ventosa hace doblete en el festival de Candamo

Orencita Miranda gana el primer premio del certamen, que le otorgó además otra distinción de honor por su trayectoria

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Festival de la Fresa de Candamo: éxito de público y existencias agotadas P. Tamargo

Orencita Miranda Álvarez, de la localidad candamina de Ventosa, recogió ayer con una enorme sonrisa y mucha felicidad en el rostro la Fresa de Oro del Festival de Candamo, el primer premio del certamen. Apenas lo había recibido y había bajado del escenario tuvo que volver a subir para que le entregasen otra distinción: la Fresa de Honor por sus muchos años de dedicación y entrega a la tradición del cultivo local y también por su implicación con esta cita anual que es seña de identidad del municipio. No podía estar “más contenta” por el doble reconocimiento a su buen hacer ni recibir más abrazos y felicitaciones de vecinos y amigos y, sobre todo, de sus familiares.

En Grullos hubo para el Festival de la Fresa gran asistencia pese al orbayu intermitente que cayó durante la mañana. Muchos visitantes y, sobre todo, muchas familias que de siempre, o casi, plantan en casa y acuden fieles a esta cita. Padres e hijos, abuelos y nietos, unos tras los expositores, otros alrededor de ellos acompañando, y los más pequeños “ayudando” a recoger los premios o los regalos con los que se obsequió a cada uno de los dieciséis productores participantes. Orecinta Miranda tuvo esa ayuda de los más jóvenes de la familia cuando le tocó recoger sus distinciones. Este año, además de la dotación en metálico, se entrega una fresa de cerámica esmaltada sobre una peana de roble, diseñado exclusivamente para esta cita por la artesana local Natalia Suárez.

“No esperaba por nada, qué va”, confesaba aún muy emocionada la doble triunfadora de la cita, que lleva doce años acudiendo al Festival de la Fresa junto a su marido Amalio Sánchez. El matrimonio tiene una fresa que “sabe muy dulce”, comentan ambos. En esta edición ellos pusieron a la venta treinta kilos de fruta. “Fresa hay, lo que pasa que se daña por el mal tiempo”, explican.

La Fresa de Plata fue para otra veterana, Isolina López, de El Valle. Y la Fresa de Bronce para Luis Fernández, de Sandiche, también en el certamen acompañado por la familia, en este caso por sus hijas Andrea y Paula. También son fijos, acuden todos los años. Apuntan que es posible que este año haya poca fresa o, al menos, la haya en menor cantidad que en otras citas. Dice, como la mayoría de productores, que es por el tiempo. Además, anoche, “estuvo algo desagradable”, llovió y eso estropea el fruto, que se recoge el mismo día del certamen, a primera hora. Hubo también premio a la mejor presentación del producto en los expositores y fue para Jesús Corzo, de San Román.

¿Y qué se juzga a la hora de decidir cuál es el mejor fruto? “Hay una serie de atributos físicos, como se puede ser el tamaño de la muestra, la uniformidad en el tamaño, la madurez visual, que no haya defectos en la fresa. También una serie de atributos sensoriales, como puede ser el sabor, que varía de ácido a dulce, buscamos ese equilibrio entre ácido y dulce, una textura carnosa, ni excesivamente blanda ni excesivamente dura al paladar. Y también el primer atributo que valoramos, el aroma, pues la fresa debe destacar por su intenso aroma”, explica Marta Ciordia, investigadora del Serida (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario) y miembro de un jurado que también estuvo compuesto por Silvia Baizán y Fernando Guisasola.

En la cita estuvieron presentes los miembros de la asociación vecinal de Cuero que cultiva de manera comunal. Ellos coincidieron en que la lluvia, el hecho de que no haya jornadas de sol continuadas y un poco de estabilidad en el tiempo no ha ayudado a que haya más fresa. En lo que no hubo unanimidad fue en el cálculo de cuántos kilos se pusieron ayer a la venta, “porque es difícil ir uno por uno de los 16 que estamos preguntando”, apuntaban algunos productores. Con todo, las cifras dadas por unos y por otros oscilaban entre los 500 y los 700 kilos. Se vendió todo o quedó muy poco, pues antes de las dos de la tarde no eran ya muchas las cestas disponibles.

“Bastante para vender”

No obstante, hubo sí hubo fresa “bastante para vender”. Y mucho ambiente en general, gracias también a la feria de artesanía, pan y dulces que acompañó la cita en la que no faltó música de gaita y tambor y presencia de la comunidad de la residencia de mayores de la localidad, que participan siempre de manera activa en este festival y en la mayor parte de los eventos señalados de la vida local. Queda el objetivo, eso sí, de retomar la parte más lúdica y la instalación de bar en próximas ediciones, señala la edil Marta Menéndez.

La representación institucional que acompañó a la alcaldesa, Natalia Menéndez, y a toda la Corporación de Candamo fue numerosa. Entre otros, acudieron la consejera de Hacienda, Ana Cárbaba, y el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos.

El Festival de la Fresa de Candamo de este año un gran sabor de boca y en esto, como en el hecho de que calidad del fruto volvió a ser excelente, sí que hubo unanimidad de todos los presentes.

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