"Lo que más queremos es que nos vean trabajar, darnos a conocer y que vean lo que podemos hacer", dice Yasmina Gijón, usuaria del centro de apoyo a la integración (CAI) Ascivitas de Pravia. Ayer, el grupo clausuró con muy buenas sensaciones la terraza chill-out que abrieron durante la semana en la capital praviana. Los participantes, que cuentan con un certificado de profesionalidad en hostelería, demostraron que no hay barrera posible si uno está preparado y con ganas. Y eso se notó, y mucho, en la hucha de las propinas: "Fue todo el mundo muy generoso", apuntó José Emilio Oso.

Los clientes se quedaron encantados con el trato recibido y las elaboraciones que prepararon en la cocina, como pan tumaca, rollito de jamón york y queso o un pan de anchoas y queso. También zumos exprimidos "en el momento", detalló Xiomara Cifuentes. "Tuvimos muchísimo trabajo, no paramos", añade la joven quien, junto a Jara Mata, elaboró los pinchos que disfrutaron los pravianos que se dejaron caer por la terraza de Ascivitas, con música en directo.

Cuenta de ello la dio José Antonio García, quien estimó que su visita "fue fabulosa, el café con el hielo bien frío y estaba todo de muerte". También María Díez y Cristina Menéndez disfrutaron de un desayuno "muy bien preparado y hecho todo con interés y ganas", indicaron. La mayoría de los clientes ya habían acudido en ocasiones anteriores al espacio chill-out, que llevaba parado desde 2019 debido a la pandemia. Es el caso Antonia Rodríguez y Antonio Sánchez, quienes destacaron "el cariño" recibido mientras disfrutaban sus consumiciones.

Además, el entorno ayudó mucho y, gracias a los usuarios titulados en jardinería, prepararon macetas móviles "para que al recoger sea más sencillo", avanzó Adrián Alonso, uno de los encargados de llenar de flores la terraza.

Los usuarios de Ascivitas de Pravia han vuelto a demostrar, una vez más, que lo suyo también es la hostelería.