El argayo que sorprendió a los vecinos de Candanal (Villaviciosa) el 5 de enero de 2021 aún trae cola. Y es que las consecuencias del desprendimiento de tierra siguen afectando tanto a los vecinos como a los propietarios de terrenos y de la explotación ganadera que estaba ubicada en la zona. José Manuel González, que tenía su nave con ganado justo en el sitio donde se produjo el argayo, señala que están "igual que entonces". González echa en falta una mayor implicación de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que se comprometió a hacer los estudios para poner una solución, ya que el argayo ha modificado el cauce del río España. "No vinieron a nada y la masa de tierra del argayo ha cambiado el cauce del río", se lamenta González.

La acumulación de agua le hace temer que se produzca un nuevo desprendimiento que provoque "la desaparición" del pueblo y se queja, además, de que "hay fincas a las que no se puede acceder" y otras a las que solo se puede llegar "si se tiene un todoterreno". Él, por su parte, no tiene acceso a su nave. "No puedo acceder, no puedo tener animales, no hay luz, se lo llevó todo el argayo", se queja. Además, José Manuel González explica que son "cuatro los vecinos afectados directamente y muchos los que tienen parcelas y no tienen forma de llegar a ellas". Una situación que les enfada por el tiempo que llevan sin obtener soluciones ni del Principado ni de la Confederación: "Pasó un verano y va a pasar el siguiente y no vemos que haya cambios".

El impresionante argayo tuvo lugar exactamente en una ladera de Riega de Llaneces , en la parroquia de Candanal (Villaviciosa), el 5 de enero de 2021. El pasado verano la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se comprometió a asumir el estudio técnico necesario para evaluar las obras a realizar tras reunirse con Alejandro Vega, alcalde de Villaviciosa, que les pidió una solución.