Con una comida en la que participaron de más de 400 personas en la carpa de la fiesta, y la tradicional competición del "Rural Prix", Sariego cerró ayer sus fiestas de Santiago, que regresaron con toda su intensidad tras el parón de la pandemia.

La comida vecinal. | R. P. A.

Los festejos dieron comienzo el viernes con el campeonato de tute y parchís, mientras que el sábado fue la merienda en el prau de la fiesta y la verbena musical. Antes, en las semanas previas, se celebró el tradicional torneo de fútbol sala.

Otro de los escenarios del «Rural Prix». R. P. A.

Ayer, el último día de celebración, marcado por el sol y el calor, tuvo como punto fuerte una parrillada, para cargar pilas para la celebración del "Rural Prix", en el que participaron diez equipos, integrados por seis componentes cada uno, con pruebas de juegos y deportes tradicionales, con un toque de diversión y humor, al estilo del popular programa de televisión "Grand Prix".