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De California a la Villa por una fabada

Unos peregrinos estadounidenses cumplen el deseo de degustar el plato tradicional asturiano: "De diez, pero fuerte para cenar"

Giovani Báez escancia sidra para Zermeno y Be, antes de degustar la fabada. | V. A.

De California a Villaviciosa para disfrutar de una fabada regada con la mejor sidra local. Es la historia de David Zermeno y Pamela Be, estadounidenses que se encuentran haciendo el Camino de Santiago y que han hecho parada en la Villa para dar buena cuenta de uno de los alicientes que marcaron en rojo cuando prepararon este viaje: las grandes joyas de la gastronomía asturiana.

"Cuando preparamos la ruta leímos en internet que Villaviciosa era la capital mundial de la fabada y que había un restaurante llamado ‘Bedriñana’ que había ganado el premio a la mejor del mundo. Además, se decía que el establecimiento era una afamada sidrería, un tipo de bar que no conocíamos y que era famoso también por su sidra natural y una tradición en la forma de beberla. Nosotros en California también tenemos sidra, pero queríamos conocer la de Villaviciosa que, según leímos, es la capital manzanera de España", explica Zermeno antes de dar buena cuenta de un culete de sidra.

Es la primera vez que David Zermeno y Pamela Be visitan Europa. Lo hacen, además de para disfrutar de las delicias culinarias asturianas, para completar el Camino de Santiago en este nuevo Xacobeo. Según explican, "vivimos en Long Beach y caminar y la naturaleza son nuestras mayores aficiones, por lo que decidimos hacer un viaje de vacaciones en ese sentido".

" Asturias nos resulta fascinante: la naturaleza, el verde o el buen clima con humedad y hasta con algo de lluvia que nos encanta, pues en California hace siempre mucho calor. También sorprenden las montañas cerca del mar y las personas, que aquí son muy abiertas y te saludan con un “buen camino”", explica Zermeno sobre las buenas experiencias que están viviendo.

David Zermeno es diseñador de gafas y otros complementos personales, mientras que Pamela Be es profesora en un colegio infantil. "Al llegar a Villaviciosa, todavía con la mochila al hombro, lo primero que hicimos fue ir a tomar la famosa sidra y nos gustó tanto que nos bebimos algunas botellas. Pudimos conocer también a unos camareros que nos explicaron la arraigada costumbre del escanciado de la sidra. La verdad, servida de esta forma y con una temperatura fresca, nos pareció deliciosa y muy barata. Nos llevamos una botella de recuerdo porque es diferente a la de California, que es más dulce”, explica la pareja.

Sobre la esperada fabada que se tomaron para cenar apuntaron entusiasmados: "Nos pareció un plato de diez, muy sabroso, con un olor atrayente y unas alubias con un acompañamiento delicioso. Excelente, pero nos resultó un poco fuerte para cenar".

"Lo que habíamos visto en internet sobre Asturias es verdad. Es un verdadero paraíso natural de rica gastronomía, con un tiempo y una naturaleza envidiables, tradiciones centenarias y, sobre todo, nos impactó el carácter tan amable de las buenas gentes", concluye la satisfecha pareja norteamericana, ya en camino hacia Santiago de Compostela tras la estancia en la Villa.

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