La zona rural de Carreño es extensa en kilómetros y amplia en parroquias. Alejadas del ruido de las grandes ciudades del Principado e incluso de Candás, capital del concejo, suele ser refugio de vecinos que llevan toda la vida en el pueblo y también, cada vez más, de nuevos ocupantes que buscan la tranquilidad que proporciona este medio. Antaño, fueron también en muchas ocasiones el solar de familias nobles, con grandes construcciones que fueron cambiando de manos con el paso del tiempo. Dos de ellas, el palacio de los Carreño-Alas, en Logrezana, y el de Díaz Caneja, en El Valle, se encuentran a la venta en una conocida plataforma de internet. Piden casi un millón de euros por cada uno de ellos.
El palacio de los Carreño-Alas, del siglo XVI, tiene una gran historia tras sus paredes. Perteneció a la familia más importante del concejo y en él nacieron personajes ilustres como Juan Carreño Miranda, pintor de cámara de Carlos II, o Álvaro de Carreño, notable guerrero. Todavía se conservan en la edificación puertas de los siglos XII y XIV, así como varios carteles de armas de diferentes familias en sus fachadas y una ermita anexa. Lo que no queda en pie es una torre que fue destruida por un rayo hace unos años. En la actualidad, el propietario no reside en España, aunque la construcción cuenta con mantenimiento.
Durante un tiempo se comentó en la zona la posibilidad de que fuera transformado en alojamiento de turismo rural.
Hotel
Según figura en el anuncio de venta, la edificación puede destinarse a hotel, con un aprovechamiento de hasta treinta habitaciones, debido a que tiene unos 400 metros cuadrados por en cada una de sus dos plantas. El precio que figura en la plataforma web es de 900.000 euros.
No hay que ir mucho más lejos para encontrar la segunda propiedad a la venta más cara del concejo. Concretamente, a apenas poco más de dos kilómetros de distancia, en El Valle, se encuentra el palacio de Díaz Caneja, del siglo XVIII.
La historia cuenta que fue propiedad del Condado de Revillagigedo. Posteriormente, funcionó como alojamiento de viajeros, ya que contaba con caballerizas, y durante la Guerra Civil fue cuartel general de la República. A unos pocos metros se encontraba el campo de aviación de Carreño, del que todavía se conservan algunos restos.
También cuenta este palacio con ermita y conserva un torreón en el interior del edificio, pozo de agua y un habitáculo que funcionó como secadero de tabaco y como gallinero.
El palacio estuvo habitado hasta no hace muchos años y pertenece a una familia que reside en la zona. En la plataforma de venta de inmuebles de lujo figura con un precio de 850.000 euros.
